El tributo en el Códice Mendocino

Los tributarios que vivían en la Cuenca de México o en sus cercanías pagaban con productos agrícolas básicos, así como con artículos manufacturados. los que se hallaban más apartados no pagaban con alimentos básicos, pero se les exigían con frecuencia que aportaran tierras de guerra (yaotlalli), que los tributarios debían trabajar y entregar la cosecha a los ejércitos mexicas cuando pasaran de camino hacia lejanas campañas. Tributación de la provincia de Toluca a Tenochtitlan. Códice Mendocino, f. 33r.

El arribo trimestral del tributo a la capital mexica tenía efectos benéficos para el mercado de Tenochtitlan, pero para el comercio pochteca esos efectos eran nocivos porque la mayor parte de las mercancías no podían intercambiarse a larga distancia, dado el alto costo de su transporte. Algunos de los objetos que podía ser llevados, por ligeros, con facilidad por los pochtecas desde pueblos lejanos hasta Tenochtitlan eran láminas de oro, jícaras con polvo de oro y jícaras lujosas para beber chocolate, entre otros. Tributo de Tlapan, hoy Tlapa, guerrero. Códice Mendocino, f. 39r.

Una vez que un pueblo se hallaba bajo una obligación tributaria, enviaba a sus representantes, quienes iban acompañados por suficientes cargadores (tlamemes) para llevar el tributo a los mexicas. La provincia de Tochtepec tributaba oro, piedras verdes, joyas de oro, plumas de aves exóticas, entre otros productos, que eran fáciles de transportar a larga distancia. Códice Mendocino, f. 46r

 

Tomado de Ross Hassig, “El tributo en  la economía  prehispánica”, Arqueología Mexicana núm. 124, pp. 32-39.

 

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