Envejecimiento y muerte

Patrick Johansson K.

La muerte en Mesoamérica

Según lo establecen los ritos cosmogónicos nahuas, la vida, yoliztli, surge de la instauración de la dualidad y del movimiento subsecuente, ollin, que anima al mundo mediante el ascenso evolutivo y el descenso involutivo tanto del Sol como de la Luna. En efecto, la cesación de este movimiento hubiera significado el regreso al caos primordial. Entre otras funciones religiosas, el sacrificio humano buscaba preservar la vitalidad del ciclo solar alimentando al astro-rey con corazones palpitantes. Por otra parte, cada mañana, al alba, se decapitaban algunas codornices con cuya sangre se alimentaba al Sol y a la Tierra. De igual manera el envejecimiento ineludible de los seres y de las cosas constituía un problema cultural, ya que encaminaba el mundo hacia su destrucción.

Para detener el avance del tiempo hacia un cataclismo universal, las colectividades indígenas encontraron en la muerte la redención de la entropía letal (es decir, una pérdida de energía): lo que no muere periódicamente envejece peligrosamente y amenaza con llevar el mundo hacia el caos por “inanición” cósmica. La muerte juiciosamente infligida se volvió, en este contexto, el principio regenerador por excelencia. Morir a tiempo para no morir del todo, antes de que el envejecimiento consumiera totalmente al ser, permitía regenerarlo en el vientre fecundo de la madre-tierra. De no ser así, la degradación entrópica, físicamente visible, podía alcanzar los niveles espirituales del ser y dificultar su regeneración, por lo que había que morir, o infligir la muerte antes de que fuera demasiado tarde.

Imagen: Izquierda: Las dos caras de la vida sintetizadas en una escultura huasteca procedente de Tancuayalab, San Luis Potosí. La pieza representa la figura de un hombre con un gran tocado cónico y el cuerpo adornado con incisiones (a). Por la parte posterior (b) el personaje aparece ataviado con una máscara de calavera (1) y sobre el pecho la figura del esqueleto de un sacrificado (2), con el corazón a la vista (3). Digitalización: Raíces. Derecha: Según la cosmogonía nahua, la vida es producto de una dualidad, como la que se muestra en esta imagen del Códice Borgia (lám. 56), en la que se representa a Mictlantecuhtli (a) y Ehécatl (b): la muerte y la existencia, respectivamente. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces.

 

Patrick Johansson K. Doctor en letras por la Universidad de París (Sorbona). Investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas y profesor de literatura náhuatl en la Facultad de Filosofía y Letras, ambos en la UNAM. Profesor del Instituto Mexicano de Tanatología.

Johansson K., Patrick, “La muerte en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana, núm. 60, pp. 46-53.

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