El rito determina la función de los niños en la comunidad

Incinerado o enterrado el cuerpo, comenzaba el trabajo de duelo

Podían leer y escribir y participar en rituales.

Según la cosmogonía nahua, la vida es producto de una dualidad.

Conocen el momento en que se debe actuar.

Lo primero que se hacía era cortar al difunto un mechón de la coronilla (píochtli),

Los padres eran los responsables de la educación de sus hijos antes de que éstos fueran a la escuela.

Las representaciones más tempranas datan de 800 a.C.

Los códice Mendoza y Florentino, describen ampliamente cómo transcurría la existencia de los muchachos y muchachas en las escuelas nahuas.

En Mesoamérica la vida se gestaba en la silenciosa dimensión telúrica-nocturna de la muerte, en lugares como el Mictlan, el Cumiehchúcuaro, el Metnal, el Xibalbá, etc.

El día de la boda, ancianos y ancianas iban por la novia.

"... la ventilación está resuelta por medio de huecos en forma de T, la que significa 'soplo, viento', así como por otros huecos colocados en los extremos del remate de la bóveda".

Los mitos y prácticas rituales como el sacrificio humano muestran el profundo arraigo existencial en la muerte que tenían las culturas indígenas de México.

Como en otras culturas, los años de la niñez y juventud eran también de formación entre los nahuas; primero en el hogar y después en las escuelas.

Las colectividades humanas se relacionaron con la muerte mediante imágenes, mitos, ritos, cantos y, más generalmente, mediante un discurso religioso que justificaba la finitud de la existencia individual.