La geminación de los dioses (primera de 5 partes)

Alfredo López Austin, Karina Munguía Ochoa

Semejanza de mitemas

Cuando se comparan los mitos del nacimiento de Sol y Luna en muy distintas culturas del continente –relatos andinos, amazónicos, mesoamericanos y, en general, mitos de muchas otras áreas culturales– se encuentran semejanzas de mitemas en número desconcertante: la tierra es amenazada y dominada por los poderes de la oscuridad, pero es salvada por los seres de la luz; el Sol o el Sol y la Luna son engendrados en la hierogamia de los dioses del cielo y de la Tierra; el Sol y la Luna son hermanos o hermano y hermana, frecuentemente gemelos; el padre auxilia a sus hijos desde el cielo. Al mismo tiempo, los mitos van tejiendo una inmensa red en la que aparecen nuevos elementos comunes, aunque presentes en algunos relatos y ausentes en otros, como es el hecho de que los gemelos nazcan de huevo.

Así acontece, simplificando el ejemplo, en mitos oaxaqueños actuales, en relatos de los distantes jíbaros y aun en las narraciones de culturas extracontinentales, como los mitos griegos que hablan de Cástor y Pólux. Las similitudes son tan abundantes que se anula la posibilidad de que sean meras coincidencias. ¿Se trata de difusión, con lo que tendríamos que remitirnos en algunos mitos a una herencia paleolítica? ¿Se trata de paralelismo? ¿Se puede dar la misma solución en todos los casos? Tendríamos que aceptar que de momento no es posible encontrar una respuesta suficiente, y que para llegar algún día a propuestas satisfactorias tendría que ahondarse en los complejos míticos particulares. No en vano la semejanza de los mitemas ha sido asunto siempre presente en la historia y la antropología. Véanse si no, entre una pléyade de estudios, los empeños de Donald Ward por desentrañar la presencia de los gemelos míticos indoeuropeos en la tradición germánica, o la interesante propuesta de Claude Lévi-Strauss de encontrar en el labio leporino una “geminación embrionaria”, que induce a pensar que en diversas culturas la presencia de un niño nacido con labio hendido es visto como un ser en el que se inició un proceso gemelar, vinculado de alguna forma a los conejos. Si siguiéramos la línea de Lévi-Strauss tendríamos que equiparar su deducción del labio leporino a la que pudiera darse del mitema de los gemelos nacidos de huevo, tomando en cuenta la frecuente aparición en los huevos –al menos en los huevos de gallina– de una doble yema, que induciría a pensar en la posibilidad de un nacimiento doble.

Presencia universal de gemelos divinos y estudio de los mesoamericanos

La abundante literatura histórica y antropológica mundial sobre los gemelos míticos proporciona una orientación valiosa para el estudio particular de los gemelos en la mitología mesoamericana. Una característica, una aventura, un episodio, una forma de culto, pueden aparecer sin una clara conexión histórica en culturas distantes. En esta forma, puede advertirse una frecuente asociación entre gemelos y fenómenos celestes, como Sol y Luna, Sol y Venus, oscuridad y claridad, crepúsculo matutino y crepúsculo vespertino, etc. También puede encontrarse correspondencia en la atribución de ámbitos de poder a los gemelos humanos o a los dioses géminos, como su acción benéfica o maléfica sobre la salud o el patronazgo de la medicina (los Ashuin védicos, los Marassa de Haití, etc.). Sin embargo, consideramos prudente que, antes de ingresar de lleno a comparaciones mitológicas de carácter universal, sean emprendidas investigaciones sobre la geminación divina acotadas en el ámbito de la tradición mesoamericana. Esto haría necesario, al menos, el desarrollo de los estudios con tres enfoques: a) el valor social de los gemelos en distintas épocas y diferentes áreas; b) las características de la cosmovisión que permiten e impulsan a la geminación de los dioses; c) las peculiaridades de la producción mítica, y d) la frecuencia de gemelos en los panteones tanto en la antigüedad como en el presente, para lo cual deberá ser considerada la resignificación indígena de los santos cristianos, lo que incluye la transformación de sus personalidades de origen y la elaboración de una nueva hagiografía.

 

Alfredo López Austin. Doctor en historia por la UNAM. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

Karina Munguía Ochoa. Licenciada en comunicación y maestra en estudios mesoamericanos por la UNAM. Desde 2011 forma parte del equipo regional “Huasteca Sur-Sierra Norte de Puebla, Programa Nacional de Etnografia de las Regiones Indígenas de México”, INAH.

 

López Austin, Alfredo y Karina Munguía Ochoa, “La geminación de los dioses (primera de 5 partes)”, Arqueología Mexicana, núm. 158, pp. 16-25.

 

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