La veneración de los ancestros en Palenque

Roberto López Bravo

La veneración de los ancestros ha sido documentada por la antropología en todo el mundo. En su forma más general, consiste en mantener contacto con los miembros del grupo social que ya fallecieron, mismos que son considerados integrantes activos de la comunidad. Los ancestros son importantes en tanto su presencia sirve para legitimar derechos territoriales y de propiedad dentro del grupo, práctica que se ha identificado tanto entre los mayas prehispánicos como entre comunidades contemporáneas. Desde el punto de vista ideológico, los ancestros son un medio para relacionar diferentes niveles cósmicos. Así ha sido posible detectar arqueológicamente las áreas específicas en que tal comunicación se llevaba a cabo, así como analizar dicho ritual mediante los objetos que se utilizaban en él, especialmente instrumentos para el autosacrificio e incensarios. Arquitectónicamente otro aspecto relevante es la ubicación de las tumbas. Diversos investigadores han documentado entre los mayas prehispánicos la presencia de un patrón en el cual los entierros de los ancestros están asociados a edificios que cierran patios y plazas por el lado este, cuyas fachas están orientadas al oeste. Tres unidades habitacionales de la élite de Palenque, con ocupación durante el Clásico Tardío, los Grupos C, B y IV presentan rasgos de dicho patrón común, así como aspectos específicos que a continuación se describen y discuten.

El Grupo B

Este grupo se localiza al noreste de la zona central del sitio, entre los arroyos Otolum y Murciélagos. El patio principal está delimitado al oeste por los edificios 1, 4 y 5, y al este por el 2 y el 3. Durante las excavaciones se recuperó evidencia de diversas actividades domésticas en todas las estructuras, y también fue posible identificar área de actividad ritual arquitectónicamente diferenciadas en los edificios 2 y 3. Los cuartos centrales de las galerías oeste de ambos edificios cuentan con un nicho o santuario, similar en su planta y técnica constructiva a los santuarios de los templos del Grupo de Las Cruces y al nicho de la Casa F del Palacio. Dentro del santuario de Edificio 2 se localizó una escultura mutilada de piedra caliza, la cual tiene un arreglo iconográfico de mascarones superpuestos, el cual es similar al de los incensarios compuestos palencanos. El mascarón central era un rostro humano que fue intencionalmente destruido. En el mismo cuarto se recuperó un pequeño incensarios de pedestal. La cista 1 (cista es un contenedor, generalmente funerario construido con lajas de piedra unidas con argamasa), se localizó bajo el piso del cuarto y en la banqueta de acceso se encontró la cista 2. Ambas contenían individuos adultos de sexo masculino. Por otra parte, dentro del santuario del Edificio 3 se recuperaron dos soportes cuadrangulares de cerámica, fragmentos de varios incensarios compuestos y restos de la decoración del santuario, también de cerámica. Bajo el cuarto que contiene el santuario del Edificio 3 se localizó la cámara funeraria más importante del Grupo B, tres escalones y un angosto pasillo que inician en el patio permiten entrara un cuarto abovedado de 4.60 m de largo por 11.50 m de ancho.

La cámara contiene una banca, en la que se encontraron los entierros primarios de adultos de sexo femenino en posición extendida. La ofrenda, repartida sobre el piso y bajo la banca, constaba de seis vasijas de cerámica, cinco figurillas antropomorfas y una pequeña mesa o trono, también de cerámica, además de un cajete con tapa que contenía huesos de ave y una semiesfera metálica, probablemente un fragmento de meteorito.

El Grupo C

Este conjunto se localiza entre los arroyos Murciélagos y Balunté en la sección este del sitio. Nuestras investigaciones se centraron en la Plaza 1, la cual está delimitada al sureste por el Edificio 1, al este por Edificio 2 y al noroeste por los edificios 3, 4 y 5. Los materiales recuperados sugieren que los edificios 1 y 3 tenían una función primordialmente habitacional, con galerías paralelas originalmente abovedadas, subdivididas en cuartos, mientras que el Edificio 2 tenía una función ritual.

Éste es un basamento de cuerpos escalonados que mide 30 m de largo por 8 de ancho y tiene 7 m de altura máxima; asimismo, posee restos de escalinatas en los extremos norte y sur de su fachada oeste. Asociados a esta estructura se localizaron tres entierros en cista y los restos de varias esculturas de cerámica, probablemente incensarios compuestos de tipo palencano. La cista 1, el entierro más importante del grupo se ubica en el lado oeste del Edificio 2, el cual está orientado hacia la Plaza. Contenía un entierro múltiple de cinco individuos adultos de sexo masculino. De ellos, el entierro principal es de tipo primario, extendido y orientado al norte, mientras que los demás son entierros secundarios ubicados en el extremo sur de la cista.

Roberto López Bravo. Licenciado en arqueología por la ENAH. Investigador del Proyecto Palenque del Centro INAH Chiapas y candidato a doctor en antropología por la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.

López Bravo, Roberto, “La veneración de los ancestros en Palenque”, Arqueología Mexicana, núm. 45, pp. 38-43.

 

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