... ‘[los dioses] Ik’(?) [a] y Chak Chel cosen [b], [el pronóstico es] señorío’, es decir, sucesión en el linaje gobernante; uchuy yat[a]n Kiimil, cham[a]l, ‘la esposa de Kiimil cose, [el pronóstico es] mortandad’ [c].
Debajo del texto del augurio observamos una imagen de la anciana diosa O o Chak Chel [a] y del dios H o Ik’(?)[b], numen del viento, sosteniendo agujas y flanqueando un bastidor. El augurio está acompañado por una escena que representa a la esposa del dios A, señor de la muerte o Kiimil, quien cose el augurio por medio de aguja, hilo y bastidor [c]. Chuy es un verbo que significa ‘coser, labrar’ o ‘bordar’; no estoy seguro si en realidad se encuentra en voz activa cholana (véase Bricker, 1986): uchuyu[w], ‘él/ella cose’, o si se trata de una forma transitiva yucatecana (loc. cit.): uchuy[aj], ‘él/ella cosió’. Me inclino por la primera opción. Considero que el logograma del dios H es una variante tardía del antiguo jeroglífico personificado para ik’, ‘viento’, que según Taube (1992) en el Clásico suele tener una flor en el tocado y que, a su vez, como argumentaba Thompson (1950), podía funcionar como variante personificada del número 3 (véase también Nájera, 2015).
Tomado de Erik Velásquez García, “Códice de Dresde. Parte 1, Página 2 (Escriba 1)”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 67, pp. 16-17.