En esta página nuevamente se respeta el arreglo compositivo que fue instaurado desde el folio 4.
Sección a. Es la continuación del almanaque que inició en la página 4a. A los 25 días que ya se habían reunido en las secciones a de las páginas anteriores, ahora se añaden los números de distancia negros 2, 2 y 4, que ya suman 33 de los 52 posibles. De nueva cuenta los números rojos son las fechas, en este caso los coeficientes son 11, 13 y 4.
La primer deidad que aparece a la izquierda, sobre un fondo mitad rojo y mitad amarillo, es el dios L (Ha’al Ik’ Mam) [a], entidad compleja y ambivalente asociada tanto con el inframundo y la destrucción como con la riqueza (veáse Taube, 1992); el augurio ubicado sobre él dice: [pehkaj tuchich Ha’al(?) Ik’(?) Mam…] tz’am(?) [ajaw], saak[i]l(?), ‘fue atronado en la palabra del [dios] Ha’al(?) Ik’(?) Mam…, [los augurios son] tronos(?) de señores(?), pepitas(?)’.
A su derecha observamos la figura de un cánido sobre campo rojo [a], quien, de acuerdo con Thompson (1972), tiene las puntas de las orejas raídas por la enfermedad Leishmaniasis, en tanto que Knórosov (1999) opina que sostiene “una rama con un caracol”; el texto de su augurio dice: [peh]kaj tuchich tzul, k’as(?) umu’uk, ma[’ u]tzil, ‘fue atronado en la palabra del perro, ruin(?) es su anuncio, no es bueno’.
A su derecha vemos al dios K o K’awiil [c], sobre un fondo verde-azul, que Knórosov (1999) interpreta como celeste. Es el numen de la riqueza, y por ello su augurio dice: pe[h]kaj tu[chi]ch K’awiil kelem, saak[i]l(?), ox wi’[il], ‘fue atronado en la palabra del [dios] K’awiil, joven fuerte, [el augurio son] pepitas(?), mucha comida’.
Sección b. Se trata de la continuación y finalización del almanaque que inició en la sección b de la página anterior. En la primera viñeta, cuyo fondo es rojo, apreciamos al dios A [d], ejecutando un ademán de dolor o muerte inminente, que consiste en acercar la muñeca de una de las manos al rostro o frente; el texto de su augurio dice: tz’un uchich Kiimil cham[a]l, ‘la palabra del [dios] Kiimil comienza, [el augurio es] mortandad’. Tal como observaron Schele y Grube (1997), existe un juego de palabras entre el verbo tz’un, ‘comenzar’, y el sustantivo tz’unun, ‘colibrí’. Y a ello obedece que estas aves picaflores aparezcan en las escenas de los dos siguientes personajes: el dios D y el dios Ch. Según Mercedes de la Garza (1995), el colibrí entre los mayas era símbolo de la energía sexual del dios solar y encarnación de las almas de los guerreros.
En la viñeta central, el supremo dios D [e], se sienta sobre un solio de petate o estera, símbolo supremo de la realeza; el fondo de la escena es amarillo y el augurio versa: tz’un uchich Itzamna[’] Kokaaj, saak[i]l(?), ‘la palabra del [dios] Itzamna’ Kokaaj de las pepitas(?) comienza’.
Por último, cierra el almanaque con una imagen de Yaax Bolon [f], sobre fondo rojo, señor del número 9 (Thompson, 1950) y dios asociado entre otras cosas con la cacería (Taube, 1992); el texto de su augurio dice: tz’un uchich Yaax Bolon umu’uk, ‘la palabra del [dios] Yaax Bolon comienza, es su anuncio’.
Sección c. Es la continuación y finalización del almanaque que inició en la sección c de la página anterior. Itzamna’ aparece en la primera escena sosteniendo entre las manos una provisión de cacao [g], expresado fonéticamente a través de los signos silábicos mo-ka-ka; el augurio escrito sobre él dice: mo[l]kaka[w] Itzamna[’] Kokaaj saak[i] l(?), o’och(?), ‘es el acopio de cacao del [dios] Itzamna’ Kokaaj de las pepitas(?), [el pronóstico es] alimento(?)’.
A su izquierda aparece un búho antropomorfizado [h], quien se encuentra asociado con los aspectos inframundanos del dios L; el búho porta sobre su mano izquierda la cabeza de una ave de muerte y de mal agüero llamada muy; el augurio que acompaña a esta viñeta aparentemente dice: mo[l] mu[y] Oxlajun Ka’an kuy, umu’uk, ‘es el acopio de pájaros muy del búho de los Trece Cielos, es su anuncio’. La última composición de este almanaque contiene una viñeta con la imagen sedente del dios H de las flores y del viento, Ik’(?)[i], quien usa un gorro o mitra sacerdotal y lleva un punzón empleado para el autosacrificio, sujetado entre su banda o diadema. El objeto que sostiene con la mano izquierda es poco claro, pero podemos intuir que se trata de tamales o tortillas (waaj) en virtud de lo que dice el augurio ubicado sobre él: mo[l]waaj Ik’(?), ox wi’[il], k’as(?), ‘es el acopio de tamales del [dios] Ik’(?), mucha comida, ruin(?)’. Se trata de un pronóstico ambivalente, con un aspecto favorable y otro adverso.
Erik Velásquez García. Doctor en historia del arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde imparte asignaturas sobre arte prehispánico y epigrafía maya. Investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, especialista en arte y escritura jeroglífica maya. Forma parte del equipo de profesores de los Maya Meetings de la Universidad de Texas, Austin.
Tomado de Erik Velásquez García, “página 6 (Escriba 2). Almanaques misceláneos, serie II”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 67, pp. 24-25.