Tula, ciudad arqueológica

Leonardo López Luján

Una naciente arqueofilia

Los dibujos de tema arqueológico, aunque con relativamente poca frecuencia, también se encuentran en las obras de grandes cronistas. En el imprescindible Códice Florentino del misionero franciscano leonés Bernardino de Sahagún (ca. 1499-1590), hay dos ilustraciones que fueron elaboradas por tlacuiloque indígenas entrenados en los estilos europeos. La primera es una colorida viñeta de las ruinas de Tula, donde se observa lo que aún queda en pie de un pórtico palaciego sostenido por dos columnas toscanas y, a su derecha, un arco de medio punto parcialmente desplomado; tras ellos se adivina la silueta de una pirámide con al menos tres peldaños. Ellen Baird ha propuesto de manera convincente que el artista de esta escena de desolación se inspiró en el tratado de arquitectura de Serlio, específicamente en el frontispicio de su libro tercero, sobre antigüedades. Pero la copia no es cándida: el tlacuilo traza escorzadas, en el ángulo inferior derecho, las figuras de una tabla y de un glifo tetl para expresar gráficamente el difrasismo in cuáhuitl, in tetl (“el palo, la piedra”), metáfora del castigo. De tal manera, la nostálgica imagen de Tula explicaría al espectador que las transgresiones de sus legendarios pobladores y las consiguientes puniciones divinas condujeron irremisiblemente al trágico final de ese paraíso terrenal y a su transfiguración en una ciudad arqueológica.

Imagen: Las ruinas de Tula. Sahagún, Códice Florentino (1575-1577), Biblioteca Medicea

Laurenziana, Florencia. Digitalización: Raíces.

Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Universidad de París Nanterre y director del Proyecto Templo Mayor del INAH. Miembro de El Colegio Nacional.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

López Luján, Leonardo, “Periodo colonial. Nueva España y Guatemala (1521-1821)”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 99, pp. 30-77.