Acóatl. Serpiente de agua y otras serpientes maravillosas
Como esta víbora tiene la cola separada en dos partes, a manera de tenaza, la mete en ambas ventanas de la nariz de la víctima, o bien mete su cola por el ano de la persona. El individuo muere por asfixia al ser constreñido por la fuerza del cuerpo enroscado de la serpiente.
Sahagún describe todavía otro método de la tlilcóatl para cazar hombres, en el que la culebra arroja o expulsa ponzoña a cualquiera que pasa por ahí. Con el efecto del veneno, la persona se desmaya como borracho: “Y luego le atraye así con el anhélito por fuerza, y van perneando el que así es llevado. Y métele en la boca y ahógale en el agua, y allí le come” (Sahagún, 1989, t. 2, p.722).
Es probable que esta extraordinaria descripción provenga de algún relato en el que se entremezclen diversas creencias sobre algunas subespecies de boa constrictor, junto con observaciones de serpientes de tipo acuáticas, pero, sin duda, este animal está en el ámbito sagrado o sobrenatural. Sabemos que las serpientes siempre han cautivado la imaginación del hombre, y que al mismo tiempo que se les teme, se les atribuyen poderes que se quieren obtener.
Tal es el caso ahora de la mazacóatl (serpiente-venado); aunque Sahagún describe varios tipos de ellas, hay una en particular a la que se le confirieron poderes sexuales:
Hay otra culebra que también se llama mazacóatl. Es pequeña. Tiene cuernos. Es prieta. No hace mal, ni tiene eslabones en la cola (es decir, no tiene crótalos). De la carne désta usan los que quieren tener potencia para tener cuenta con muchas mujeres. Los que la usan mucho o toman demasiada cantidad, siempre tiene el miembro armado, y siempre despiden simiente, y muere de ello (Sahagún, 1989, t. 2, p. 725).
Imagen: La culebra con cuernos, mazacóatl. Códice Florentino, lib. XI, f. 83r. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el CIESAS-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Hermann Lejarazu, Manuel A., “Acóatl. Serpiente de agua y otras serpientes maravillosas”, Arqueología Mexicana, núm. 180, pp. 80-81.