Eduardo Matos Moctezuma
Los primeros trabajos en la Gran Pirámide de Cholula, en 1931, con base en la excavación de túneles, produjeron muchos datos interesantes, además de establecer las características de cada superposición y conocer su posible antigüedad. A ellos siguió el “Proyecto Cholula” (1966-1970), en un principio de carácter multidisciplinario y que luego dio paso a la arqueología tradicional, para complementar los trabajos.
En 1917 don Manuel Gamio emprendió un proyecto multidisciplinario en Teotihuacan. Invitó a participar a diversos investigadores entre los que se encontraban arqueólogos, antropólogos físicos, geólogos, minerólogos, entre otros, todo con el fin de realizar una investigación integral que llevó por título La población del Valle de Teotihuacan. La finalidad: analizar la presencia prehispánica, colonial y moderna en un área específica vista desde diferentes ángulos: población, economía, arquitectura, recursos naturales, costumbres, etcétera, todo ello dirigido a que, una vez conocida la historia del valle, se pudieran presentar mejoras sustanciales para los habitantes del lugar. Así, población y territorio se establecían como las categorías fundamentales de la investigación (Gamio, 1922).
Uno de los colaboradores de Gamio, un joven arquitecto que tuvo a su cargo dos trabajos: un informe sobre la arquitectura cristiana con descripción, planos, fotografías y datos históricos de las iglesias y conventos coloniales, y otro más acerca de la arquitectura contemporánea con el trazo de las calles, provisión de agua, los tipos de casas, los edificios públicos y hasta las haciendas, además de dejarnos dibujos de la ciudad antigua y detalles de algunos de sus monumentos. El joven arquitecto era Ignacio Marquina Barredo (1888-1981). Formado en la Academia de San Carlos, Marquina se sintió atraído por los monumentos antiguos y a él se debe uno de los libros clásicos de la arqueología editado en 1951 por el INAH: Arquitectura prehispánica (Marquina, 1951).
Los primeros trabajos
En 1931, el Departamento de Monumentos de la SEP, bajo la jefatura del ingeniero José Reygadas Vértiz, encomendó al arquitecto Emilio Cuevas y a los señores Ignacio Herrera y Marino Gómez iniciar trabajos de excavación en la pirámide de Cholula, mismos que comenzaron en septiembre de aquel año en el lado norte de la pirámide, ya que en ese sitio habían quedado expuestos algunos vestigios arquitectónicos con motivo, tiempo atrás, del paso del Camino Real por el lugar.
Matos Moctezuma, Eduardo, “Excavaciones en la Gran Pirámide de Cholula (1931-1970)”, Arqueología Mexicana núm. 115, pp. 31-35.
• Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
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