Esta página respeta el arreglo compositivo inaugurado en el folio 4.
Sección a. Es la continuación del almanaque que inició en la página 4a. A los 9 días que ya se habían reunido en la sección a de la página anterior, ahora se añaden los números de distancia negros 2, 4 y 2, que ya suman 17 de los 52 posibles. Recuérdese que los numerales rojos –en este caso 8, 12 y 1– son los coeficientes de las fechas.
El primer enunciado, el augurio, está casi perdido, pero aún se preserva el nombre del sujeto: el dios Q [a] de la guerra y el sacrificio: [Jun Lajun] Talaa[n], así como la frase umu’uk, ‘es su anuncio’. Podemos reconstruir el inicio de la oración como [pe(h)kaj tuchich], ‘fue atronado en su palabra’; en la viñeta de abajo encontramos al mismo dios Q en posición sedente, provisto por una línea negra que le atraviesa el rostro y por globos oculares en el tocado y en la collera, símbolo del inframundo.
A su derecha nos encontramos con la imagen sedente del llamado dios C [b], personaje que al parecer personifica la esencia misma de la divinidad o sacralidad (Ringle, 1988), representado a su vez sobre un fondo rojo, símbolo de la sangre; el augurio, que se encuentra arriba de él, dice como sigue: pe[h]kaj tuchich K’uh, ox wi’[il], tz’ak ajaw, yutzil, ‘fue atronado en la palabra de K’uh, [el augurio es] mucha comida, señores puestos en orden, bondad’. Conviene hacer notar que en los libros de Chilam Balam se usa una frase semejante cuando se consigna un buen pronóstico: <yutz kin>, ‘buen día’. El dios de la última viñeta no es otro que K’in Ajaw, ‘Señor del Sol’[c], ubicado en posición sedente sobre un fondo verde o azul maya; el augurio versa así: pe[h]kaj tu[chich] K’in Ajaw, wuk…, k’ahk’ te’ tuun, k’as(?), ‘fue atronado en la palabra de K’in Ajaw, siete…, castigo por fuego, [augurio] ruin(?)’.
Sección b. Al comienzo de esta sección termina el almanaque del gran cocodrilo que había comenzado en la página 4b. Las últimas dos cláusulas o augurios dicen: pe[h]kaj Kiimil, ‘[el dios] Kiimil fue atronado’, y pe[h]kaj Chaak, ‘[el dios] Chaahk fue atronado’.
Una columna nueva de cinco signos día, acompañados por el coeficiente rojo 1, da comienzo a un almanaque nuevo, que concluye en la página 6b: <manik, cauac, chuen, akbal> y <men>, separados por segmentos de 52 días, que a su vez están subdivididos en porciones más pequeñas con duración de 16, 9 (página 5b), 25 y 2 (página 6b) días de color negro cada una.
Todos los dioses de este nuevo almanaque emiten sus presagios taladrando o perforando el signo silábico chi o la secuencia de los silabogramas chichi, que produce el sustantivo “palabra”.
El primero de esta serie es el dios R [d], señor de la tierra, protector de la milpa y de los animales montaraces, cuyo augurio versa como sigue: joch’ uchich Buluk Kab(?), tz’ak ajaw, ‘[el dios] Buluk Kab(?) taladró su palabra, [el augurio es] señores puestos en orden’. El segundo en emitir su pronóstico es el dios A’ [e] de Zimmermann (1956), señor de las bebidas embriagantes, de la agonía y de las muertes violentas (véase Grube, 2004), quien luce una capa negra con fémures y globos oculares; el augurio dice: joch’ uchich Ahkan, umu’uk, ‘[el dios] Ahkan taladró su palabra, es su anuncio’.
Sección c. Al comienzo de esta sección termina el almanaque que había comenzado en la página 4c. La última cláusula o augurio dice: utum[aj] uchich Kiimil, cham[a]l, ‘[el dios] Kiimil deliberó su palabra, [el augurio es] mortandad’; la viñeta contiene una imagen del dios A o de la muerte [f], sedente y portando la palabra tum sobre la mano izquierda.
[...] En la primera viñeta aparece el dios supremo Itzamna’ [g], quien luce un tocado de saurio y sostiene sobre su mano un objeto pequeño no identificado, que quizá incluya una sustancia en fermentación (Thompson, 1972); el augurio dice: o’och Itzamna[’] Kokaaj saak[i]l(?), ox wi’[il], ‘es el alimento de Itzamna’ Kokaaj de las pepitas(?), [el augurio es] mucha comida’. En la escena de la derecha, sobre un fondo verde o azul maya, encontramos al dios de la muerte [h] asiendo una bolsa o talega con la mano izquierda; son característicos de él su cuerpo descarnado y los globos oculares en la collera y en el cabello encrespado; el augurio dice: o’och Kiimil, cham[a]l, umu’uk, ‘es el alimento de Kiimil, mortandad es su anuncio’.
Erik Velásquez García. Doctor en historia del arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde imparte asignaturas sobre arte prehispánico y epigrafía maya. Investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, especialista en arte y escritura jeroglífica maya. Forma parte del equipo de profesores de los Maya Meetings de la Universidad de Texas, Austin.
Tomado de Erik Velásquez García, “página 5 (Escriba 2). Almanaques misceláneos, serie II”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 67, pp. 22-23.