Cañada de la Virgen, Guanajuato
Un reloj solar y lunar
A lo largo de seis años, gracias al Proyecto Arqueológico Cañada de la Virgen se han documentado las salidas y puestas del Sol, la Luna y Venus. Estos tres astros desempeñaron un papel fundamental en la vida social, política y religiosa del mundo prehispánico, y en especial en Cañada de la Virgen, donde los antiguos arquitectos construyeron la ciudad en relación con el rumbo del oeste y los solsticios de verano e invierno. En los registros realizados por la investigadora Rossana Quiroz, tanto el Sol como la Luna, dos veces cada año, entran al basamento piramidal. Según la investigadora, el Sol y la Luna representan la dualidad creadora, y la entrada al inframundo de ambos astros a través del basamento piramidal del Complejo A ocurre en marzo, en sus respectivas puestas, es decir, en la veintena de tozoztontli, “pequeña vigilia por las lluvias fecundantes”. Es claro que esto fue planeado por los antiguos habitantes prehispánicos para marcar el momento del año en el que se anuncia la primavera. El segundo momento tiene lugar en octubre, cuando el sol se guarece en el templo, lo cual se relaciona con el invierno, la temporada de secas y la muerte. Esto transcurre en las veintenas de tepeílhuitl y quecholli.
Gabriela Zepeda García Moreno. Arqueóloga por la ENAH y maestra en antropología social por el CIESAS-Occidente. Tiene 20 años de experiencia en la arqueología del Occidente y Centro Norte de México. Desde 2002 a la fecha dirige el Proyecto Arqueológico Cañada de la Virgen.
Zepeda García Moreno, Gabriela, “Cañada de la Virgen, Guanajuato”, Arqueología Mexicana, núm. 92, pp. 48-51.
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