Gracias al fortuito descubrimiento del monolito con la imagen de Coyolxauhqui en 1978, se inició la búsqueda del significado del trágico destino de esta diosa lunar. Las posteriores excavaciones en el Templo Mayor tenochca y la existencia de fuentes documentales tempranas contribuyeron a conocer la razón del sacrificio de Coyolxauhqui y sus hermanos y su relación con el nacimiento de Huitzilopochtli, el dios patrono tribal de los mexicas.
La principal fuente de información de este episodio es un texto proveniente del Códice Florentino (lib. III, cap. I, ff. 1r.-3v.). Huitzilopochtli es concebido por Coatlicue, diosa terrestre, a través de una bola de plumón que cayó desde el cielo. La diosa lo recoge, lo guarda en su vientre y, en ese momento, la bola desaparece.
Recuérdese que en el Códice Vindobonensis, Quetzalcóatl 9 Viento desciende al mundo humano utilizando una cuerda con plumones (ihuimécatl). Coatlicue queda milagrosamente preñada, acto que provoca el enojo y la indignación de sus hijos Coyolxauhqui y los centzonhuitznáhuah (los cuatrocientos o innumerables surianos, los de la cercanía a las espinas de maguey). Se organizan para matar a su madre Coatlicue y lavar la afrenta del embarazo. Y es cuando, en Coatepec, Huitzilopochtli nace como un ser adulto, bien armado, muy enojado, atacando y venciendo a sus hermanos. Algunos caen muertos; otros huyen. Entonces, y como un acto simbólico importante, Huizilopochtli se apodera de sus atavíos, para acrecentar su poder
Imagen: Nacimiento de Huitzilopochtli y la batalla contra sus hermanos en Coatepec. Códice Florentino, lib. III, ff. 3v. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Xavier Noguez. Licenciado y maestro en historia por la UNAM. Doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad de Tulane. Profesor-investigador de El Colegio Mexiquense. Sus áreas de investigación son los códices del Centro de México y los orígenes de la tradición guadalupana. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Noguez, Xavier, “Una escultura de Tezcatlipoca”, Arqueología Mexicana, núm. 185, p. 11-15.