Zamá, “mañana” o “amanecer”

El templo de Tulum ve al oriente

Tulum se sitúa sobre una saliente rocosa

Dos orificios servían para observaciones astronómicas.

El recorrido hacia donde estaban los restos.

Armando Salas Portugal resulta el gran ilusionista de los reinos antiguos de México.

No era la primera vez que se consignaba la aparente monumentalidad y el tamaño inusual de los asentamientos de la Costa Oriental de Yucatán.

Según datos del Quintana Roo Speleological Survey, solo en el norte del estado se distribuyen 358 sistemas de cuevas sumergidas, lo que representan cerca de mil 400 km de pasajes inundados de agua dulce.

En el sitio sumergido Hoyo Negro se han encontrado al menos restos de 42 animales de ese periodo, pertenecientes a 13 especies, siete de ellas extintas.

Con la utilización de un escáner de luz estructurada realizaron un modelo tridimensional digital del cráneo, la mandíbula y algunas otras piezas óseas de “Naia”, que permitirá investigar el ejemplar sin poner en riesgo los restos óseos.

Durante décadas, los mayas han contado a los visitantes que desde los vestigios de Tulum sale un camino invisible que pasa bajo el mar.

El estilo de Tulum y Santa Rita se aleja del naturalismo que caracterizó al arte maya del Clásico; predominan esquemas más abstractos para las representaciones de la figura humana y de otros objetos.