Además de ser un eslabón fundamental de la cadena de la vida y de ser activos participantes de diversos hechos míticos, los insectos constituyen un recurso natural renovable de especial valía. Gracias a su riqueza en proteínas altamente digeribles, los insectos, provenientes tanto del medio terrestre como del acuático, representaban para los pueblos mesoamericanos un alimento abundante, nutritivo y sabroso, que preparaban de diversas maneras.