En la época prehispánica, al cinabrio, la hematita y la cochinilla se sumaban los tintes rojos obtenidos de plantas. Los principales eran el palo de Campeche, el achiote y el palo de Brasil, los cuales se utilizaban principalmente para teñir textiles y decorar el cuerpo. Además de los tintes y pigmentos que se obtenían de minerales y plantas, se recurría a otros elementos para conferir los significados inherentes al rojo a atavíos y objetos, entre ellos plumas, conchas y piedras preciosas.
Para referirse al color, los nahuas utilizaban la palabra tlapalli, sin...