La turquesa, de la que se ha recuperado más de un millón de piezas de origen prehispánico, aparece en casi todos los ámbitos donde se conjuntan el pensamiento y el simbolismo mesoamericanos: se le relacionaba con la lluvia, la sabiduría, el discurso sagrado, la fertilidad, el poder político, el concepto del tiempo, etc. Ninguna civilización, antes o después, ha valorado la turquesa tanto como la antigua Mesoamérica.