La manera de representar al maíz entre los pueblos mesoamericanos se encuentra fundada en la concepción que de él se tenía, es decir, en el papel asignado no sólo en el ámbito de la subsistencia diaria, sino en el del arreglo del universo, en el cual –como lo indican varios mitos– constituía un componente fundamental. El maíz era visto así con una mezcla de respeto y admiración, pero también como un elemento presente en la vida diaria. No es de extrañar que de un modo u otro, y en mayor o menor medida, los gobernantes de las distintas épocas y regiones establecieron vínculos míticos con la planta y que en algunos casos incluso proclamaran que al morir se transformarían en el dios del maíz.
Esta vertiente simbólica del maíz obviamente está asociada con la importancia que fue adquiriendo paulatinamente entre los pueblos mesoamericanos una vez que éstos lograron su plena domesticación. Como consecuencia de ese proceso, si bien el maíz no podía concluir su ciclo reproductivo sin la intervención del hombre, éste dependía cada vez más del grano para su subsistencia. En el centro mismo de la cosmovisión mesoamericana se encuentra la idea de que todo de lo que el hombre dispone en este mundo es consecuencia de la voluntad de los dioses, y que su obligación primaria es agradecer a éstos esos dones. Ésta es la lógica esencial detrás de la gran cantidad de ritos que se realizaban en la época prehispánica, y de hecho es la que dicta la pervivencia de algunos de esos ritos en la actualidad, de manera significativa asociados a los ciclos agrícolas y fundamentalmente dirigidos a propiciar la cosecha adecuada del maíz.
Tanto en la época prehispánica como entre los pueblos indígenas contemporáneos se encuentran estrictas observaciones sobre la manera adecuada de tratar el maíz, en las diferentes etapas de su ciclo reproductivo. Si no se cumplen, las consecuencias son graves: el espíritu del maíz se marchará y la gente empobrecerá y padecerá hambre.
Imagen: Tepetlacalli mexica. Este tipo de cajas de piedra tenían la función de contener los dones que los dioses otorgaban a los hombres, en este caso el maíz. Museo Nacional de Antropología. Foto: Archivo Digital de las Colecciones del MNA. INAH-CANON.
Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Vela, Enrique, “Lo divino, lo humano… El maíz en la cosmovisión mesoamericana”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 98, pp. 54-61.