La construcción del Salón de las Columnas de La Quemada, Zacatecas

Carlos Alberto Torreblanca Padilla, Manuel de Jesús Dueñas García

El Salón de las Columnas de La Quemada es un edificio majestuoso y emblemático no sólo en el asentamiento sino en la arquitectura del Norte de México. El asentamiento se encuentra distribuido sobre un cerro alargado, mientras que el Salón de Columnas se localiza en la parte sur y baja, junto a una plaza. En la esquina noroeste de dicha plaza una gran calzada indica el acceso principal al antiguo asentamiento. Su forma original ha sido discutida por varios investigadores, desde el siglo XVIII hasta la fecha, a partir de los materiales y sistemas constructivos. Una interrogante durante mucho tiempo fue su techado, ya que en un inicio se le consideraba una sala-claustro donde había un claro al centro y en la parte periférica un corredor techado (Marquina, 1981, p. 246; Hers, 1995, p. 96). Sin embargo, años más tarde, con base en las excavaciones arqueológicas se pudo observar que era un espacio completamente techado (Jiménez, 2010, p. 15).

Poco a poco se ha avanzado en la comprensión de este edificio, por lo que ahora recurrimos a las descripciones históricas, datos recuperados en las excavaciones arqueológicas, el empleo de nuevas tecnologías digitales y el levantamiento de datos con VANT (vehículo aéreo no tripulado), mejor conocido como dron, para recrear el proceso de construcción y la forma que adquirió este edificio durante su periodo de ocupación. Para ello se abordan aquí los sistemas y materiales constructivos empleados, su conformación arquitectónica, y se plantean al final algunos comentarios al respecto.

Sistemas y materiales constructivos

Siguiendo la tradición constructiva mesoamericana, se edificó en primera instancia un gran basamento o plataforma que proporcionara una superficie nivelada, debido a que el terreno presenta una pendiente gradual hacia el sur. Este basamento, que sostiene a su vez una gran plaza, alcanza una altura de 10 m en su parte más alta, localizada hacia el sur. Para ello, se levantó un gran cajón, delimitado por muros de piedra y reforzado por un talud. Este cajón fue rellenado con grandes rocas de toba riolítica irregular de entre 40 y 70 cm de diámetro, además de colocarse una capa de rocas pequeñas para cubrir la superficie; posteriormente, ya sin riesgo de perderse, se puso una fina capa de tierra y finalmente el piso de barro endurecido (Jiménez, 2010, p. 22).

 

Carlos Alberto Torreblanca Padilla. Arqueólogo por la ENAH, maestro en humanidades por la UAZ, investigador del INAH Zacatecas. Director de la zona arqueológica de La Quemada, Zacatecas.

Manuel Dueñas García. Maestro en estudios latinoamericanos por la Universidad Autónoma de S.L.P. Estudia la arqueología del noroccidente mexicano y la frontera norte de Mesoamérica.

Torreblanca Padilla, Carlos Alberto y Manuel de Jesús Dueñas García, “construcción del Salón de las Columnas de La Quemada, Zacatecas”, Arqueología Mexicana, núm. 162, pp. 28-33.