Coyolxauhqui, la hermana mayor de Huitzilopochtli. Luna y placenta
En el mundo náhuatl prehispánico, el embarazo de una mujer así como las etapas de la gestación eran considerados como una lucha contra fuerzas adversas que se oponían al nacimiento del niño. Este combate tenía lugar en el vientre de la mujer, asimilado simbólicamente al Mictlan, al inframundo. La mujer indígena fecundada iniciaba una batalla que duraba el tiempo de su preñez y culminaba con el nacimiento de su “prisionero”: su hijo. Cuando llegaba el momento del parto:
imiquizpan, “el momento de su muerte”, y si éste había sido logrado, los gritos bélicos de victoria de las parteras acogían a la criatura: Auh in otlalticpac quiz piltzintli, niman tzatzi in ticitl, tlacaotza, quitoznequi: ca ovel iaot in cihuatzintli, ca onoquichtic, ca otlama, ca ocacic in piltzintli (Códice Florentino, lib. VI, cap. 30). “Y cuando el niño llegó al mundo, luego grita la partera, lanza gritos de guerra, quiere decir que peleó bien la mujercita, varonilmente, hizo un cautivo: capturó al niño”.
Patrick Johansson K. Doctor en letras por la Universidad de París (Sorbona). Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas y profesor de literaturas prehispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras, ambos de la UNAM.
Johansson K., Patrick, “Coyolxauhqui, la hermana mayor de Huitzilopochtli. Luna y placenta.” Arqueología Mexicana, núm. 154, pp. 24-31.
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