Las montañas sagradas de Teotihuacan

Rubén B. Morante López

Las montañas sagradas de Teotihuacan

Un ambicioso proyecto urbanístico inició la indiscutible planeación urbana de Teotihuacan. Al parecer partió del “descubrimiento” (Mircea Eliade, 1988, p. 328) de un sitio fundacional, espacio donde se daban hierofanías, teofanías, ontofanías y cratofonías, o sea, manifestaciones de lo sagrado, de las deidades, de la verdad del ser y del poder.

No sabemos si aquí se dio una revelación similar a la del águila y el nopal de Tenochtitlan, pero, al igual que esta ciudad del Posclásico, Teotihuacan ocupó un lugar central en el corazón de Mesoamérica y, a inicios del Clásico, reprodujo el cosmos usando los cerros del entorno como marco para construir las montañas sagradas de los hombres, como se observa en la proyección del perfil de la Pirámide del Sol frente al cerro Patlachique o la de la Luna frente al cerro Gordo.

Desde 1934, Sigvald Linné (en Tobriner, 1972, p. 104) llamó al cerro Gordo “Montaña Sagrada de Teotihuacan”. Lo hizo no sólo porque es el punto más alto que se observa desde el sitio (3 025 msnm) sino por su ubicación detrás de la Pirámide de la Luna, vista desde la calle de Los Muertos. Vincent Scully (1993, p. 72) dice que el cerro ayuda “…a traer las corrientes de agua que abastecen al Valle de México” y agrega que el edificio está “incrustado” en la montaña que “…parece presionar al templo con su masa, comprimiéndolo hasta fracturarlo”.

En nuestros estudios de campo en Teotihuacan (1986-2005), incluido el periodo en que colaboramos con el proyecto especial 1993-1996 de Eduardo Matos, encontramos evidencias que señalan otras montañas sagradas en el paisaje del sitio; algunas pudieron tener una relevancia similar a la de cerro Gordo. Todas fueron, y son, integrantes de un paisaje cósmico donde cuerpos celestes y accidentes terrestres interactúan en el escenario del espacio y el tiempo.

Imagen: Teotihuacan frente al cerro Gordo. Foto: Rubén B. Morante López.

Rubén B. Morante López. Maestro en historia y etnohistoria por la ENAH y doctor en antropología por la UNAM. Decano de la Universidad Veracruzana y miembro del SNI, nivel 2.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Morante López, Rubén B., “Las montañas sagradas de Teotihuacan”, Arqueología Mexicana, núm. 181, pp. 70-77.