Las gentes que comían gente. La antropofagia en los mitos mayas de las eras cósmicas
Eras anteriores
Los tz’utujiles de Santiago Atitlán atribuyen la aberrante costumbre (comer niños) a los k’uluntun winaq, grandes hechiceros que no podían mirar hacia arriba para ver la luz del sol, sino que mantenían siempre la cabeza baja y preferían la oscuridad de la noche. Con la colaboración del narrador atiteco Miguel Dulce, Vincent Stanzione recopiló detalles sobre estos seres primordiales.
Eran guerreros que asolaban los pueblos y apresaban a los niños para comérselos. Se dice que vivían en Chuitinamit, Chukumuk y Xepoyom, sitios arqueológicos que circundan el poblado colonial y moderno. Los k’uluntun winaq se opusieron a la venida de Jesucristo y lo persiguieron para matarlo. Según las narraciones atitecas, Jesucristo logró burlar su persecución en muchas maneras hasta que, por fin, lo capturaron y lo crucificaron. Como en San Juan Chamula, se identifica a Jesucristo con el sol; su muerte y resurrección trajeron el maíz y todos los sustentos. La claridad del día acabó con los seres nocturnos de la era anterior, como los k’uluntun winaq con sus atroces costumbres.
La salida del sol también fue fatal para las gentes que vivían antes, según un relato ch’orti’ recopilado por John Fought. Cuando salió el sol se espantaron, trataron de bajarlo tirándole con escopetas y bombas, pero no pudieron. El resplandor del sol les era insoportable. En palabras del narrador: “Y cuando empezó a calentar el sol no sabían qué hacer. Entonces aquella gente no aguantaba el cielo para ver. Se quemaban, y para que volteen a ver el cielo y se quedaban ciegos. Dice que algunos buscaban piedra que tiene corredor y se metían, e buscaban corredor de alguna piedra o peña, allí se escondían. Y los que no, se murieron todos”.
Pero se dice que no todos murieron. Siguieron viviendo dentro de los cerros. “Si se encuentran con alguna gente [de] la que hay ahora, lo que hacen [es que] los llevan a sus cuevas y lo comen. Y dice que lo cuecen como cocer alguna gallina”.
Imagen: Los habitantes de San Juan Chamula, Chiapas, identifica a Jesucristo con el sol. Carnaval en San Juan Chamula, Chiapas. Foto: Guillermo Aldana / Raíces.
Oswaldo Chinchilla Mazariegos. Profesor asociado en la Universidad de Yale. Realiza investigaciones sobre el arte, la religión y la escritura mesoamericana y la arqueología de la costa del Pacífico de Guatemala.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Chinchilla Mazariegos, Oswaldo, “Las gentes que comían gente. La antropofagia en los mitos mayas de las eras cósmicas”, Arqueología Mexicana, núm. 180, pp. 34-37.