El decir de las piedras. Discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua
La pieza, colocada al pie del cerro templo del lado dedicado a Huitzilopochtli, que representa al mítico cerro de Coatépec, era el lugar de la inmolación de múltiples cautivos de guerra y esclavos en la fiesta de panquetzaliztli, dedicada al dios solar y de la guerra, durante la cual se conmemoraba el combate entre ambas deidades. Así, quienes serían inmolados subían en ringlera, pasando primero junto a la diosa decapitada y desmembrada para, finalmente, llegar a la parte alta, donde los sacerdotes repetían lo que el dios solar había hecho conforme al mito: la víctima capturada en combate era sacrificada y su corazón ofrendado al numen, a la vez que su cuerpo era arrojado por las escaleras para caer sobre la escultura de Coyolxauhqui, en donde era desmembraba por quienes lo habían hecho prisionero.
Lo ocurrido en el cerro de Coatépec se repetía año con año. Era la manera de preservar la memoria de un acontecimiento de enorme importancia para el pueblo mexica, por medio del cual se recordaba que lo ocurrido durante el peregrinar de este pueblo al enfrentarse bandos antagónicos, se convertía en lucha entre dioses, y la manera en que su dios solar y de la guerra había nacido para el combate; de ahí que el mexica asumiera que su destino fuera también el de combatir. Era la manera de justificar teológicamente la conquista militar, tan necesaria para la economía mexica…
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
Matos Moctezuma, Eduardo, “El decir de las piedras. Discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua”, Arqueología Mexicana, núm. 134, pp. 22-33.
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