Estatus y ritualidad en el ciclo gastronómico de Santamaría Atzompa. Una mirada hacia su pasado prehispánico
El ciclo de las fiestas rituales de Santa María Atzompa sigue el periodo de los nombramientos en el sistema de cargos que se realizan en marzo. El de los cargos municipales y del comisariado se realizan cada tres años y los de las mayordomías cada año. De esta manera el ciclo festivo inicia con el obligatorio llamado a la fiesta con la chirimía de flauta y tambor. El calendario ritual de esta comunidad comprende las siguientes celebraciones de suma importancia: Santa Cruz (3 de mayo), San Isidro Labrador (15 de mayo), San Juan Bautista (24 de junio), Asunción de María (santa patrona, 18 de agosto), Todos Santos (30 de octubre a 2 de noviembre), Virgen de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), Virgen de Guadalupe (12 de diciembre), Virgen de Ocotlán (27 de febrero), Semana Santa (Martes Santo), Santo Entierro (Viernes Santo), Señor del Coro (15 de marzo) y San José (19 de marzo). En Semana Santa la celebración mayor es el Martes Santo y está a cargo del alcalde constitucional, sin embargo, es importante la intervención y asistencia del grupo de mayordomos, principalmente los encargados de las imágenes de Jesús Nazareno, la Virgen de Dolores, la Santa Cruz y el Santo Entierro, quienes, de manera conjunta con las autoridades administrativas, civiles y de tenencia de la tierra, participarán en la celebración por invitación especial del alcalde.
Diversidad de personajes
Las comidas rituales que enmarcan el calendario festivo permiten distinguir una serie de jerarquías entre las personas que participan en la organización, la preparación y el servicio de los alimentos, entre las cuales destacan: El chigule y sus ayudantes. Es una persona adulta de mayor conocimiento sobre las costumbres y tradiciones, es el guía y consejero. Toma el papel de maestro de ceremonias para hacer los discursos e indicar a todos los actores el papel que deben desempeñar dentro de la fiesta. Este personaje recibe el nombre de huehue en otras comunidades como Teotitlan del Valle o Macuilxóchitl.
La cocinera y sus ayudantes, por lo común mujeres casadas, que pueden ser hasta cuatro. La chocolatera y su ayudante, que por lo general también preparan el café o atole espumoso.
La tejatera, cocinera que prepara el tejate, y su ayudante.
El tepachero. Hombre por lo general de edad mayor de 40 años, encargado de preparar el tepache desde 4 días antes de la fiesta.
La repartidora de comida y cuatro o más ayudantes jóvenes o adultas casadas.
Lavadoras de trastes jóvenes o adultas casadas (cuatro o más).
Los repartidores de mezcal, cerveza y refrescos (hombres adultos).
Mandatos (dos o más). Son encargados de llevar la comida a las casas de las personas importantes en la organización comunitaria que no hayan asistido a la fiesta.
Cada una de las cocineras expertas tiene su propia receta familiar y su sazón; incluso en ocasiones estas cocineras llevan sus propios implementos de cocina para asegurar su éxito en la fiesta y así mantener su estatus en la comunidad. Todos los personajes que intervienen en el desarrollo de la fiesta tienen un papel y un protocolo que deben cumplir. Esto permite que se fortalezcan los lazos entre las instituciones comunitarias y familias atzompeñas al desempeñar un buen papel en el servicio de las comidas y las bebidas festivas.
Imagen: Escena de Huehuetéotl flanqueado por vasijas efigie femeninas del cuarto 1, Residencia Este, Casa de los Altares, Atzompa, Oaxaca. Foto: Archivo Del Proyecto Arqueológico Conjunto Monumental de Atzompa-INAH.
César Dante García Ríos. Pasante de arqueología por la ENAH. Se ha dedicado a la arqueología oaxaqueña, principalmente en la región zapoteca de los Valles Centrales de Oaxaca por más de 13 años. Colabora en el “Proyecto arqueológico del conjunto monumental de Atzompa”.
Nelly M. Robles García. Arqueóloga por la ENAH, maestra en conservación de arquitectura prehispánica por la ENCRYM, doctora por la Universidad de Georgia, Estados Unidos. Especialista en los temas de Oaxaca, patrimonio mundial y conservación arqueológica. Miembro del Comité Científico-Editorial de esta revista.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
García Ríos, César Dante y Nelly M. Robles García, “Estatus y ritualidad en el ciclo gastronómico de Santamaría Atzompa. Una mirada hacia su pasado prehispánico”, Arqueología Mexicana, núm. 173, pp. 59-63.