La arqueología cahíta: yoreme y yoeme
Los grupos cahítas tienen profundas raíces en la región del norte de Sinaloa y sur de Sonora. No fueron bárbaros ni salvajes, según lo refirió el jesuita Pérez de Ribas (1992 [1645]); y los elaborados sitios de petrograbados que Buelna (1989 [1890]) atribuyó a los aztecas durante su peregrinación a la Cuenca de México, en realidad forman parte del sofisticado sistema religioso prehispánico yoreme.
Los petrograbados fueron elaborados por los nativos y manifiestan la importancia que han tenido los grandes ríos en su valorización cultural del espacio; además funcionaron como centros ceremoniales dentro de su complejo sistema religioso. Los yoremes fueron despojados de su historia por los absurdos argumentos de la peregrinación de los aztecas y por modelos arqueológicos que catalogaron a los cahítas como grupos de reciente arribo a la región. Nos parece que ha llegado el momento de reconocer su larguísima historia y herencia cultural en el noroeste mexicano.
La Tradición Huatabampo/Cahíta
A la cultura material que Ekholm (2008) encontró en la planicie costera del norte de Sinaloa y sur de Sonora en 1937-1940 le llamó tradición arqueológica Huatabampo; aquí la identificaremos como la tradición arqueológica Huatabampo/Cahíta para hacer énfasis en su etnicidad.
Nos inclinamos a categorizar esta última como una tradición de frontera situada entre dos macrotradiciones: Mesoamérica/ Occidente de México y Suroeste de Estados Unidos/Noroeste de México, y consideramos que sólo puede ser estudiada si se contempla dentro de su propia historia cultural. Podemos observar etnicidad en su cultura material, ya que ésta es resultado de sus relaciones dinámicas diarias que inconscientemente terminaron por parecerse entre sí; por poner un ejemplo, las actividades alfareras conjuntas resultaron en vasijas con pastas, formas y decoraciones similares.
Imagen: Petrograbados de Cerro de la Máscara (a, b) y Ocolóme (c). El Fuerte, Sinaloa. Fotos: Guadalupe Sánchez.
John Carpenter. Doctor en antropología por la Universidad de Arizona. Investigador del INAH. Ha estudiado por 40 años a los grupos prehispánicos y protohistóricos de Sonora y Sinaloa, incluyendo cahítas, ópatas, así como los ranchos históricos de la costa de Hermosillo. Ha publicado diversas obras.
Guadalupe Sánchez. Doctora en antropología por la Universidad de Arizona. Investigadora del INAH. Sus intereses se enfocan en los primeros pobladores de América, así como en una gama de adaptaciones humanas al desierto sonorense.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Carpenter, John y Guadalupe Sánchez, “La arqueología cahíta: yoreme y yoeme”, Arqueología Mexicana, núm. 181, pp. 24-28.