En Teotenango del Valle, estado de México, sobre el suelo volcánico del cerro Tetépetl, se encuentran los restos de lo que fue, durante cientos de años, la ciudad más importante de los teotenancas y matlatzincas. Piedras, cerámica, esculturas y otros objetos que aún se conservan en el sitio dan cuenta que desde 600 hasta 1560 d.C. vivió allí gente vigorosa y enérgica que hizo habitable y atractiva la ciudad fortificada de esos tiempos. Esos hombres la edificaron; los cronistas le pusieron nombre.