Se trata de una imagen intrigante, pues no solamente congela una colección de museo en el tiempo sino también ilustra, mediante los objetos que muestra y su disposición, las ideas imperantes acerca del arte y las culturas prehispánicas durante el siglo XIX.
La occisión ritual fue practicada por los agricultores mesoamericanos desde épocas muy tempranas. Sin embargo, la vida política intensificó considerablemente las occisiones en número y en frecuencia por motivos ideológicos. Por una parte, las ceremonias públicas, masivas, impresionaban fuertemente al pueblo participante, pues insistían en la terrible obligación humana de mantener la vida en el mundo y la necesidad de entregar militarmente su propia existencia a los fines del Estado.
Poco después de fundada México-Tenochtitlan, los mexicas conquistaron y suprimieron la dinastía de Colhuacan, y así obtuvieron el anhelado linaje tolteca.