La presa más antigua de México

Blas Castellón Huerta

La Presa Purrón

Ninguna construcción ilustra mejor el genio de los antiguos habitantes del Valle de Tehuacán como la impresionante Presa Purrón. Situada en el último rincón al sur del valle, cerca de la actual población de San José Tilapa –en un área sin manantiales y con pendiente pronunciada por donde escurrían las aguas de montañas que se elevan más de 1 500 m, cerrando el valle por el oriente–, esta estructura fue construida para bloquear un estrecho por donde bajaban las aguas de esas montañas, conocido hoy como Arroyo Lencho Diego. En realidad la gran presa es parte de un prolongado y complejo programa de control de aguas que incluyó canales, sitios para habitar, diques, compuertas, así como el conocimiento del potencial de captación de agua para fines agrícolas del área.

La construcción de este monumental sistema fue la culminación de intentos previos por controlar el agua en esta zona desde al menos 1000 a.C. El tiempo, la erosión y la vegetación la mantuvieron oculta hasta la época de su descubrimiento, en 1964, y aunque se ha investigado desde entonces, aún falta mucho trabajo por hacer. En su forma final, la Presa Purrón es la estructura de control de agua más grande encontrada hasta ahora en toda Mesoamérica. Resulta muy notable el hecho de que fuera construida por sociedades de tipo aldeano que no tenían un complejo aparato político, social o económico, pero en cambio sí tenían la capacidad para emprender obras de gran calado con fines agrícolas, antes aun del advenimiento de los grandes centros urbanos en Mesoamérica.

Imagen: Izquierda: Presa Purrón, ubicada al pie de la Sierra Negra, Puebla. Forma parte de un complejo sistema de canales, diques y compuertas construido para contener el agua que escurría de las montañas y así aprovecharla para la agricultura. Dibujo: Blas Castellón. Color: Carlos Alfonso León / Raíces. Derecha: Algunos canales, que forman parte del complejo hidráulico de la Presa Purrón, y que ya no son usados pueden encontrarse en la parte norte de la actual ciudad de Tehuacán; llegaron a medir hasta 5 m de alto y 10 m de ancho. Foto: Woodbury Y Neely, 1972.

Blas Castellón Huerta. Doctor en antropología por la UNAM. Arqueólogo de la Dirección de Estudios Arqueológicos, INAH. Ha realizado investigaciones sobre la sal, irrigación y urbanismo en el sur de Puebla. Actualmente dirige el Proyecto Teteles de Santo Nombre, Tlacotepec, Puebla.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Castellón Huerta, Blas, “Los sistemas de irrigación en Tehuacán”, Arqueología Mexicana, núm. 155, pp. 56-63.

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