La vida cotidiana
La elite, conformada por guerreros, sacerdotes y comerciantes, vivía en conjuntos de estructuras con cuartos abovedados de muy diferentes formas y orientaciones. Eran el asiento de actividades religiosas, militares y económicas, y donde los linajes más poderosos compartieron el control político de la ciudad.
La gente común vivía en casas construidas con materiales perecederos en solares delimitados por albarradas. Tenían pavos y perros que les servían como fuente de proteína animal, complementados por la caza del venado, el jabalí y productos marinos traídos de las costas.
El comercio y la guerra fueron el eje de la expansión itzá en la zona, que tenía el control férreo de las rutas terrestres hacia los cuatro puntos cardinales, en especial la costa norte de la península de Yucatán, poseedora de la principal fuente de abastecimiento de sal. La evidencia arqueológica en las costas oriental y occidental de la península indican la presencia comercial de Chichén Itzá en esos litorales.
Peter J. Schmidt. Doctor por la Universidad de Hamburgo, investigador del Centro INAH Yucatán. Director del “Proyecto arqueológico Chichén Itzá”.
Rocío González de la Mata. Egresada de la ENAH, investigadora de la DRMS del INAH. Colaboradora del “Proyecto arqueológico Chichén Itzá”.
José Francisco Osorio León. Egresado de la UADY, investigador del Centro INAH Yucatán. Colaborador del “Proyecto arqueológico Chichén Itzá”.
Francisco Pérez Ruiz. Egresado de la UV, investigador del Centro INAH Yucatán. Colaborador del “Proyecto arqueológico Chichén Itzá”.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Schmidt, Peter J., et al. , “Chichén Itzá. Poder y esplendor entre la guerra, el comercio y las flores”, Arqueología Mexicana, núm. 145, pp. 45-52.
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