Diversos sistemas de registro de la pintura mural
En el proyecto “La pintura mural prehispánica en México” hemos recurrido a diversos métodos de registro a fin de preservar para las generaciones futuras las imágenes pintadas por nuestros antepasados. De esta forma será posible conservarlas y estudiarlas de mejor manera. La pintura mural se integra a la arquitectura para conformar un todo unificado. Antes de empezar su elaboración, los pintores analizan el lugar para encontrar la manera más adecuada de albergarla en el espacio arquitectónico. Deciden su tamaño a partir del estudio de su visibilidad y de su contenido; definen también si la envolverán en un marco. A continuación, determinan la ubicación, la forma y el tamaño de los diferentes motivos que la componen. Durante esta etapa de diseño conceptual, a veces utilizan mediciones, trazos invisibles que estructuran y ordenan los elementos, una retícula, o características geométricas como el centro y la simetría. La composición de una obra caracteriza en parte el estilo de un pintor o de una escuela pictórica y puede reflejar códigos estandarizados que se aplican según el tema a tratar. Luego el pintor empieza la elaboración del mural mediante el trazo de los elementos.
Documentación para el estudio
Para buscar los principios creativos seguidos por los pintores y explorar diferentes escenarios se requiere una reproducción exacta, sin distorsiones. De forma tradicional se ha recurrido a la fotografía, pero esta técnica reduce el mundo real, que por definición es tridimensional, a una descripción en dos dimensiones. Así que no se logran representar las características de las superficies de los muros antiguos, los cuales dejaron de ser planos por los deterioros que han sufrido. A este problema se suman dos factores que causan una diferencia entre la realidad y la fotografía. El primero es el efecto de perspectiva que se genera si el plano del mural no es perfectamente paralelo al plano del sensor. El otro es la distorsión óptica siempre presente en una cámara. Así que la pintura mural queda representada de manera más completa por un modelo tridimensional que reproduce las deformaciones de su superficie.
El registro tridimensional
La fotogrametría es una solución idónea para generar el modelo de la pintura mural, ya que es muy precisa y registra su color. La técnica surgió en el siglo xix y ha tenido importantes transformaciones al incorporar medios y herramientas digitales como la fotografía digital y el cómputo. Se emplea para registrar objetos de todo tamaño, desde objetos pequeños hasta territorios completos, y se aplica de forma aérea, terrestre o subacuática. Además, es de fácil uso y económica. Consiste en tomar numerosas fotografías del objeto de interés y procesarlas con un programa de cómputo que calcula y revierte la deformación causada por la óptica del equipo fotográfico utilizado. Se utilizan los pixeles de las fotografías para moldear la piel del objeto y producir un modelo digital llamado nube de puntos. Éste es medible y se le pueden aplicar distintos procesamientos para visualizar mejor los relieves.
Un ejemplo: Cacaxtla
La representación digital en tres dimensiones de los murales de Cacaxtla permitió estudiar el sistema de medida empleado por los pintores y corroborar el uso de una unidad de referencia de 1.47 m. También los constructores del sitio medían sus trabajos con esa unidad. El instrumento de medición era una cuerda o un hilo y para obtener medidas más pequeñas lo doblaban en dos o tres de manera repetida. La composición general del mural fue realizada a partir de una retícula de 20 x 20 cuadros, para estructurar la división espacial, definir el ancho de la cenefa y la posición del personaje central. La visualización en tonos de gris de la superficie muestra el aspecto ondulado de la superficie, el cual corresponde a la forma de aplicar el acabado y el material de soporte. También se ve la granulosión del estuco, su textura, y deterioros como fisuras y faltantes. Las líneas grabadas en el estuco corresponden a las líneas negras de contorno de algunas figuras, causadas por el empleo de instrumentos más duros que permitieron conservar un ancho de línea constante. En particular, destacan las líneas rectas que corresponden al marco, probablemente trazadas con una regla.
Geneviève Lucet. Arquitecta por la Escuela de Bellas Artes de París y doctora en arquitectura por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, donde estudia los procesos creativos de los arquitectos mesoamericanos.
Lucet, Geneviève, “Relieve y medición de la pintura mural prehispánica”, Arqueología Mexicana, núm. 162, pp. 71-73.