Algunas glosas aclaran el significado de los códices.

En la Piedra del Sol se hallan en bajorrelieve dos gigantescas serpientes de fuego que enmarcan el perímetro de la piedra circular.

En la serpiente de fuego se combinan elementos de diferentes animales: cabeza y cuerpo de serpiente, fauces del monstruo de la tierra o de un gran lagarto y extremidades o patas con garras de águila o cocodrilo.

“De la Piedra Triunfal”, mejor conocida en la actualidad como la Piedra de Tízoc.

Guillermo Dupaix (Salm, 1750-México, 1818) es célebre por haber dirigido la Real Expedición Anticuaria en Nueva España entre 1805 y 1809.

Los restos humanos antiguos conforman un acervo de evidencia muy importante para conocer la vida del hombre antiguo.

Asombrosamente, no conocemos ningún ejemplo de códice de certero origen prehispánico, realizado por comunidades de habla náhuatl.

  El náhuatl es la lengua en la que se conserva la más copiosa literatura mesoamericana.

En la actualidad se consevan una infinidad de testimonios manuscritos de distintas épocas y de diversa índole con gran valor historiográfico o literario.

Ojo de Agua, sitio donde se localizó el Monumento 3, se encuentra al centro de la antigua provincia mexica del Soconusco, en Chiapas.

Ninguna cultura ni lengua son estáticas. Pero más allá de los cambios, es un hecho que en el habla del México moderno y en el amplio contexto de su ser, de varias formas se deja sentir la impronta de la cultura náhuatl.

Uno de los pueblos originarios de México con mayor número de hablantes es el pueblo nahua, actualmente cuenta con más de dos millones de hablantes.

Podemos afirmar que en México, después del español, el náhuatl es la lengua con mayor número de hablantes y la que más ha influido en el español mexicano.

Las gentes que hablaron náhuatl en la época prehispánica participaron en el desarrollo de una cultura. Ésta de varias formas sobrevive en la actualidad a través de los hablantes de náhuatl, muchos de los cuales conservan antiguas tradiciones.