Huitzilopochtli fue el dios patrón de los aztecas, el pueblo que salió de Aztlan para fundar Tenochtitlan, momento a partir del cual, los aztecas abandonaron su antiguo apelativo para tomar el de tenochcas o mexicas-tenochcas, de acuerdo con su nuevo lugar de asentamiento.
María Castañeda de la Paz, Manuel Hermann, Patricia Ledesma
Las fuentes históricas tenochcas son discordantes en cuanto a la fecha de la fundación de Tenochtitlan, lo cual en muchas ocasiones tiene que ver con la yuxtaposición de documentos en una misma obra, que funden varias tradiciones. No obstante, en su mayoría concuerdan al decir que Tenochtitlan se fundó en el año 2 casa (ome calli).
Patricia Ledesma Bouchan y Manuel A. Hermann Lejarazu
La salida de Aztlan, el largo viaje que duró siglos y la épica fundacional que llevó al establecimiento de la ciudad de Tenochtitlan durante el primer cuarto del siglo xiv (ca. 1325), son parte neurálgica del gran relato que trasmitieron los mexicas a los pueblos que cayeron bajo su dominio.
La investigación arqueológica en el barrio tlatelolca de Tolquechiuca, motivada por la construcción de un edificio en la colonia Guerrero, Ciudad de México, revelo la existencia de una aldea lacustre de filiación teotihuacana fechada entre 450-650 d.C., que evidencia vínculos culturales y económicos con otros asentamientos en el área antes de la llegada mexica.
Alrededor del tema de la migración mexica existen varios códices o documentos pictográficos cuyo relato también se ha registrado en fuentes alfabéticas, algunas anónimas, escritas en náhuatl o en español. No obstante, no hay un documento igual a otro, sino diferentes versiones de un mismo tema.
En los famosos murales de Bonampak, Chiapas, se ve una ceremonia maya con danza y música en la que aparecen músicos de la corte con trompetas rectas, caparazones de tortuga, sonajas de calabaza y un gran tambor.
El fruto principal de las exploraciones de Lumholtz fue la obra El México desconocido, en la que plasmó un vasto y bien documentado acervo relativo no sólo a la naturaleza y la etnología, sino a la arqueología.
Las exploraciones arqueológicas en lo que fue el huerto del antiguo convento, dejaron al descubierto una interesante obra hidráulica, tanto de abastecimiento de agua como de desalojo de la misma.
La cooperación de la Comisión Científica en México y la Comisión Científica, Literaria y Artística de México funcionó y se lograron resultados, como los planos de sitios como Teotihuacan, y Monte Albán.
En documentos del siglo XVI se aprecia la importancia que tenía el amaranto en la dieta del Altiplano Central. Los restos arqueológicos indican un uso todavía más extenso por parte de las poblaciones prehispánicas.