La abundante literatura histórica y antropológica mundial sobre los gemelos míticos proporciona una orientación valiosa para el estudio particular de los gemelos en la mitología mesoamericana. Así, en nuestros días abundan los mitos en que Sol y Luna son los personajes principales, y son gemelos.
La abundante literatura histórica y antropológica mundial sobre los gemelos míticos proporciona una orientación valiosa para el estudio particular de los gemelos en la mitología mesoamericana. Así, en nuestros días abundan los mitos en que Sol y Luna son los personajes principales, y son gemelos.
La abundante literatura histórica y antropológica mundial sobre los gemelos míticos proporciona una orientación valiosa para el estudio particular de los gemelos en la mitología mesoamericana. Así, en nuestros días abundan los mitos en que Sol y Luna son los personajes principales, y son gemelos.
Se aborda aquí un breve estudio sobre Chantico Cuaxólotl, de la que todavía queda por aclarar si se trata de una deidad única con dos nombres, o fue la unión de una pareja femenina-masculina, ¿opuesta y complementaria a la vez?
El 15 de octubre de 1535 llegaba a la capital de la Nueva España el virrey don Antonio de Mendoza. Para entonces gobernaba en Tenochtitlan el cuauhtlatoani don Pablo Xochiquentzin (1532-1536), quien se había pasado la mayor parte del tiempo en las guerras de la Nueva Galicia. Tras su muerte, el virrey trató de restituir a los linajes legítimos en el trono de Tenochtitlan y contaba con varios candidatos: don Diego de Alvarado Huanitzin (nieto de Axayácatl), don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin (nieto de Tizócic) y don Juan Coatlhuitzilíhuitl (nieto de Ahuítzotl).
Desde tiempos tempranos la sal fue un complemento inseparable de la agricultura y un bien de prestigio en la creación de productos de intercambio. Su acceso restringido fue causa de guerras, tributo, asentamientos y creencias religiosas.
Se publica íntegramente el acervo de las joyas de la Tumba 7 de Monte Albán, las que ahora se resguardan y exhiben en el Museo de las Culturas de Oaxaca.
A pesar de que los arqueólogos no han localizado templo alguno dedicado a la diosa, la cantidad de representaciones de Tlaltecuhtli supera por mucho a la de cualquier otra deidad.