Alejandro de Humboldt representa sin duda el paradigma del viajero científico del siglo XlX. Es considerado el “padre fundador de la antropología y la arqueología americanistas”.
El amaranto en el México prehispánico fue una de las principales plantas alimenticias empleadas tanto en el sustento diario como en la vida ritual. No hace mucho, el mundo lo redescubrió y quedó admirado de su gran valor nutricional.
El perro fue el animal que sustituyó al hombre en el sacrificio sangriento porque es el más cercano a los seres humanos, el más dócil, el más fiel y, por tanto, el que puede representarlos ante los dioses.
En el México prehispánico, principalmente en la región conocida como Mesoamérica, vemos al perro relacionado con el hombre en un grado que quizá no tiene comparación en ningún otro lugar del mundo.