A la caída de Teotihuacan se transformó radicalmente el entramado político del área central, mientras que en la zona maya se vivió un esplendor sin paralelo en las épocas siguientes.
A la vez que Teotihuacan alcanza su apogeo y domina el Centro de México, en otras regiones surgen varias ciudades también de gran tamaño, como Cholula, Monte Albán y Tikal.
Gran parte de Mesoamérica vivió una dinámica en la que nuevamente se consolidan procesos en curso desde el periodo anterior, como la escritura, el calendario y ritos como el del juego de pelota.
Durante este periodo se dieron cambios fundamentales en la vida de los grupos humanos, los que tendrían repercusiones en prácticamente todos los ámbitos.