Esperanza de vida en Onavas, Sonora

Cristina García Moreno y James T. Watson

La salud

La evidencia material y osteológica recuperada en el sitio El Cementerio, localizado en el valle de Ónavas, Sonora, nos aporta datos para afirmar que, en general, la comunidad gozaba de buena salud, y la edad media de muerte era entre los 20 y 35 años; no puede decirse ahora que morían muy jóvenes, pues en esa época la edad máxima de vida era de 40 a 50 años. Las enfermedades estaban limitadas a las degenerativas asociadas con la edad, como la artritis. Si bien la mortandad de infantes y niños era alta, sobre todo entre el primero y el quinto años de vida, este grupo de población no presentaba enfermedades importantes, o al menos no se observan en sus huesos, por lo que la causa de muerte podría deberse a una mala práctica de la deformación craneal. En comparación con otras sociedades agrícolas preindustriales, la comunidad representada en El Cementerio presenta un desgaste dental leve, aunque varios individuos muestran una salud oral muy pobre, que incluye numerosas caries o la pérdida abundante de dientes; otros individuos de edades similares exhiben pocas caries o dientes perdidos; este patrón es similar tanto en hombres como en mujeres, mientras que las dos personas más viejas de la muestra (40-50 años de edad) habían perdido la mayor parte de sus dientes al momento de la muerte.

Cristina García Moreno. Arqueóloga de la sección de Arqueología del Centro INAH Sonora.

Imagen: Izquierda: Adulto masculino, de entre 18 y 21 años, con una marcada deformación del cráneo de tipo tabular erecta. También tiene limadas las esquinas de los cuatro incisivos superiores. Se le encontró ataviado con aretes de concha trabajada en forma de aro, que estaban colocados cercanos a los mastoides (temporales), donde, anatómicamente, debieron estar las orejas. En su maxilar superior tenía una nariguera cuya forma recuerda a la columela o axis de un caracol marino. Derecha: Adulto femenino, de entre 50 y 60 años, uno de los de mayor edad en la muestra. Tiene deformación del cráneo de tipo tabular oblicua. Esta mujer, al momento de su muerte, había perdido la mayoría de los dientes y sus huesos indican que vivió sus últimos años con artritis. Fotos: Cristina García Moreno, James T. Watson.

 

James T. Watson. Doctor en antropología, director asociado y curador asociado de bioarqueología en el Arizona State Museum. Profesor asociado de antropología en la Escuela de Antropología, Universidad de Arizona.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

García Moreno, Cristina y James T. Watson, “El cementerio prehispánico del valle de Ónavas, Sonora”, Arqueología Mexicana, núm. 154, pp. 63-68.

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