Teotihuacan y las estrellas de mar

Leonardo López Luján et al.

Del océano al altiplano. Las estrellas marinas del Templo Mayor de Tenochtitlan

Una revisión sistemática de la bibliografía arqueológica nos ha permitido constatar la enorme trascendencia de las estrellas de mar en la simbología religiosa de casi todas las civilizaciones prehispánicas del Centro de México. Si nos remontamos al periodo Clásico (siglos II-VI), constataremos que los asteroideos son prácticamente omnipresentes en el arte de Teotihuacan: allí prolifera tanto la notación llamada “estrella A”, la cual tiene cinco brazos y un círculo central completo, como la notación “media estrella”, que también posee cinco brazos pero con un medio círculo.

Según lo apunta James Langley, “pese a que [la estrella A] ha sido comúnmente identificada como una estrella de mar debido a su aspecto y a su aparición recurrente en contextos acuáticos, también ha sido notada la semejanza de este motivo con el caracol cortado. De cualquier forma, es generalmente aceptada su connotación acuática más que estelar”. En el mismo tenor, Hasso von Winning opina que en la plástica teotihuacana, la estrella de mar forma parte de los “signos del agua”, que a su vez integran el “complejo del dios de la lluvia y del rayo”.

Estas dos notaciones fueron figuradas por doquier en la metrópolis: las hallamos delineadas o pintadas en murales de templos y conjuntos residenciales; esgrafiadas, modeladas, moldeadas o pintadas en recipientes, aplicaciones para brasero y malacates de cerámica; esculpidas o grabadas en andesita, basalto o travertino en portales que representan accesos al más allá, en almenas e, inclusive, en resumideros del drenaje.

Como lo han advertido numerosos especialistas, la “estrella A” y la “media estrella” se vinculan contextualmente a motivos y escenas propios del mundo acuático de la cosmovisión mesoamericana. Por lo general, las vemos junto a conchas, caracoles y nenúfares; sumergidas en flujos de agua que se señalan por bandas diagonales, ojos elongados y cadenas de volutas, o calificando tanto los trajes de felino que lucen sacerdotes dadores de los mantenimientos como el cuerpo de animales asociados con el inframundo. De manera significativa, de la parte central de las estrellas marinas suele emerger el rostro del dios de la lluvia en actitud de echar por la boca una corriente acuática señalada por ojos elongados y cadenas de volutas. Los artistas teotihuacanos también plasmaron estrellas de cinco puntas alrededor o en el interior de montañas sagradas con perfiles multilobulados, así como en portales rectangulares o multilobulados (cuevas, manantiales, espejos de agua) que servían de acceso al más allá y fungían como lugares idóneos para la entrega de ofrendas y sacrificios a los seres sobrenaturales.

Imagen: Iconografía del Clásico teotihuacano. a) Estrella A con lengua bífida, tallada en un resumidero de drenaje del Complejo de los Glifos. b) Estrella A en el interior de una montaña sagrada con perfiles multilobulados, pintada en los patios de Zacuala. c) Estrella A de la que emerge el rostro del dios de la lluvia, pintada en el Patio de los Jaguares. d) Estrellas A y medias estrellas asociadas a manantiales, corrientes de agua y el dios de la lluvia, dibujo de las pinturas del Palacio de Zacuala. Digitalización: Raíces.

 

Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Universidad de París Nanterre y director del Proyecto Templo Mayor, INAH.

Francisco Alonso Solís Marín. Doctor en oceanografía biológica por la Universidad de Southampton e investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, UNAM.

Belem Zúñiga-Arellano. Licenciada en biología por la UNAM y miembro del Proyecto Templo Mayor, INAH.

Andrea Alejandra Caballero Ochoa. Maestra en ciencias por la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias, UNAM.

Carlos Andrés Conejeros Vargas. Maestro en ciencias por la UNAM.

Carolina Martín Cao-Romero. Maestra en ciencias por la UNAM y estudiante de doctorado del posgrado de Ciencias del Mar y Limnología, UNAM.

Israel Elizalde Mendez. Licenciado en arqueología por la ENAH y miembro del Proyecto Templo Mayor, INAH.

López Luján, Leonardo, et. al. “Del océano al altiplano. Las estrellas marinas del Templo Mayor de Tenochtitlan”, Arqueología Mexicana, núm. 150, pp. 68-76.

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