El registro en dibujo de la pintura mural

Citlali Coronel

El registro en dibujo, una herramienta para el estudio y la conservación de la pintura mural prehispánica

El registro en dibujo de las pinturas murales es una parte fundamental del programa de estudio de la pintura, pues se ha propuesto salvaguardar las imágenes para conservarlas y proporcionar información completa de las obras, además de servir como una herramienta de análisis. Los dibujos que actualmente se elaboran en el proyecto “La pintura mural prehispánica en México” son, grosso modo, el resultado de una calca digital realizada a mano sobre fotografías de alta resolución que previamente se han ajustado. Durante el proceso de elaboración primero se trazan personajes, signos, animales, etc., por separado; después éstos se ensamblan sobre los desplegados fotográficos, o bien sobre una ortofoto. Este proceso de ensamblaje varía dependiendo de la condición y características de cada mural. Es importante señalar que a veces se reintegra información visual obtenida mediante fotografías históricas provenientes de archivos arqueológicos o de previas temporadas de trabajo del proyecto. Finalmente, los resultados en dibujo se cotejan in situ con los murales. El uso de herramientas digitales ha permitido el trabajo a detalle sin la necesidad de tocar y poner en riesgo los murales; asimismo, los dibujos obtenidos son más precisos, con líneas claras y uniformes, y se pueden reproducir por cualquier medio impreso o electrónico a un tamaño mayor que el original. Una vez concluido el trazo, se realiza un proceso de edición que incluye el espesor de los trazos, la saturación del negro en la línea, la intensidad de las zonas con rellenos, e incluso la trayectoria de las líneas. Todo ello contribuye a otorgar mayor precisión al dibujo con respecto del original.

Más allá de la parte técnica sobre la elaboración del dibujo, es posible hacer algunas reflexiones acerca de la experiencia de dibujar. Según L. Staines, la reproducción a línea es un acto que conjuga tres aspectos: la observación, la destreza del ejecutante en el uso de materiales y herramientas (incluso si emplea medios digitales) y el bagaje visual que el dibujante posee sobre el motivo que va a reproducir.

Por cuestiones de espacio aquí sólo abordaremos brevemente el binomio observar-trazar. Antes de la realización de cualquier trazo, el dibujante requiere agudizar la mirada para reconocer las formas en el mural; así, el dibujo se inicia como un ejercicio de observación. Este acto de la mirada permite advertir la calidad técnica en la ejecución de la pintura, el cuidado en los detalles y el manejo de las proporciones. Por ejemplo, en el caso de los murales de Cacaxtla se aprecia una línea de contorno que delimita cada uno de los elementos que conforman la composición; también hay líneas delgadas paralelas al contorno, así como líneas muy gruesas que realzan motivos y sugieren materiales. Es necesario hacer una valoración y clasificación de los grosores de línea en todos los elementos mientras se trazan para reproducirlos adecuadamente.

Por otro lado, el uso del color original se convierte en un reto para la reproducción en dibujo. El color no sólo se ciñe al relleno de áreas delimitadas por contornos negros, también se emplea para simular texturas, como en el caso de textiles, o de ciertas superficies, como las de caparazones de tortuga. Estos motivos necesariamente se registran y plasman en el dibujo de reproducción, ya que son importantes para evidenciar la expresividad y la riqueza visual de los murales.

Después de largas horas de trabajo con las imágenes, el dibujante adquiere la habilidad de reconocer ciertos modos que tuvieron los pintores de representar elementos como ojos, orejas, corazones, plantas, etc., a tal punto que es factible intuir la trayectoria de las líneas de contorno cuando un elemento del mural ha quedado incompleto por deterioro. Aunque el dibujante esté tentado a completar la imagen, es importante no hacerlo cuando se trata de reproducir un mural, en beneficio de la precisión y la objetividad.

Imagen: Cenefa con motivos acuáticos, pilar sur, Templo de Venus, Cacaxtla (detalle). Izquierda: Se aprecian las líneas paralelas gruesas y delgadas que conforman las ondas acuáticas, así como la diferencia de grosor entre la línea del contorno de la garza y los trazos delgados de los detalles internos. Derecha: Dibujo a línea con trazos similares a los del mural. Foto: E. Hernández y G. Vázquez; Dibujo: I.R. Álvarez y C. Delgado. Proyecto LPMPEM-IIE-UNAM.

 

Citlali Coronel. Maestra en diseño por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Miembro del proyecto “La pintura mural prehispánica en México”, en el que coordina el registro gráfico de la pintura mural prehispánica mediante el dibujo digital. Responsable de las publicaciones electrónicas de la serie La pintura mural prehispánica en México.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Coronel, Citlali, “El registro en dibujo, una herramienta para el estudio y la conservación de la pintura mural prehispánica”, Arqueología Mexicana, núm. 162, pp. 74-75.