En esta región de Guatemala el Posclásico Tardío se distingue por la ubicación de sitios en lugares defensivos, lo que se debió a la existencia de un nuevo orden político y religioso y a los conflictos entre distintos reinos de la época.
Gracias a los esfuerzos combinados de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través de su Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, se han dado a conocer tres nuevas ediciones de manuscritos pictográficos mesoamericanos.
La estructura piramidal de Toniná, Chiapas, es como un retablo geométrico que refleja los conceptos generales del calendario divino e histórico de los mayas, estas mismas concepciones se utilizaron para diseñar el museo de sitio.
Esta región, también conocida como Meseta Central, fue –gracias a su riqueza natural y a su estratégica ubicación– una zona que desde épocas tempranas albergó importantes poblaciones partícipes del esplendor del Clásico maya.
Este códice debe su nombre a la cruda escena central que muestra un suplicio poco referido en las fuentes, conocido como aperreamiento. Consistía en azuzar a un perro contra una persona indefensa para que lo devorara. El documento presenta un sistema mixto: utiliza la imagen y la glosa alfabética en idioma náhuatl para comunicar información.