Cuitláhuac al arribo de los españoles

Raúl Barrera Rodríguez, Lorena Medina Martínez

Cuitláhuac, hoy San Pedro Tláhuac

Actualmente se conoce esta población comoáhuac. San Pedro Tláhuac, Se sabe por documentos históricos que después de haberse establecido por una noche en Míxquic, los conquistadores se trasladaron hasta este altépetl pasando por Atetelco, Tecómitl, Iztayopan y Tolyehualco, para después continuar por un dique-calzada (hoy conocido como avenida Tláhuac-Tulyehualco) que separaba las aguas de los lagos de Chalco y Xuchimilco, hasta llegar laguna adentro a la población de Cuitláhuac (Tláhuac) y después a Tetlalpan (Tlaltenco), donde culminaba el dique-calzada en la época prehispánica. Con base en las cartas de Cortés, el asentamiento tenía muy buenas casas y templos para sus dioses. Había sido edificado totalmente en una isla artificial adentro del agua y contaba con cerca de 2 000 habitantes:

…y otra legua adelante entramos por una calzada tan ancha como una lanza jineta, por la laguna adentro, de dos tercios de legua, y por ella fuimos a dar a una ciudad la más hermosa, aunque pequeña, que hasta entonces habíamos visto, así de muy bien labradas casas y torres como de la buena orden que en el fundamento había por ser armada toda sobre agua; y en esta ciudad, que será hasta de dos mil vecinos, nos recibieron muy bien y nos dieron bien de comer y allí me vinieron a hablar el señor y los principales de ella y me rogaron que me quedase allí a dormir, y aquellas personas que conmigo iban de Mutezuma me dijeron que no parase, sino que me fuese a otra ciudad que está tres leguas de allí, que se dice Iztapalapa, que es de un hermano del dicho Mutezuma, y así lo hice.

Sahagún refiere que en ese pueblo Hernán Cortés mandó traer a los tlahtóhqueh (plural de tlahtoani) de los altepeme (plural de altépetl) vecinos de las chinampas para hacerles saber del motivo de su llegada (1999, pp. 734-735). Al parecer, el riesgo de quedarse a dormir en esa población lacustre residía en la serie de puentes de madera a lo largo de la calzada dique que, en caso de ocurrir un ataque mexícahtl, podrían ser levantados; esto obligó a los conquistadores europeos y a los alzados indígenas a continuar su camino hacia Iztapalapan, donde gobernaba Cuitláhuac, hermano de Motecuhzoma Xocoyotzin (Cortés, 2015, p. 61).

En las inmediaciones de Tláhuac se han llevado a cabo interesantes hallazgos arqueológicos, como los realizados en 1995 por el señor Jesús Galindo Ortega, oriundo de la localidad, quien al estar haciendo labores en un terremote (montículo) en la zona ejidal el Tequesquite descubrió grandes fragmentos cerámicos; al ser intervenidos por medio de un rescate arqueológico encomendado al investigador Pedro Ortega Ortiz, de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, resultó que se trataba de cinco excepcionales braseros cuyas imágenes identifican a dioses o a sus representantes (ixiptlas) vinculados al agua y a la agricultura: Chicomecóatl, “diosa del maíz maduro”; Xilonen, “diosa del maíz tierno”; Tláloc, “dios de la lluvia y de la fertilidad”; Nappatecuhtli, “tlaloque asociado a la lluvia”, y Chalchiuhtlicue, “diosa del agua”.

 

Raúl Barrera Rodríguez. Arqueólogo por la ENAH, investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Responsable del Programa de Arqueología Urbana.

Lorena Medina Martínez. Arqueóloga por la ENAH. Pasante de la maestría en antropología por la University of Alaska, Anchorage.

Barrera Rodríguez, Raúl y Lorena Medina Martínez, “Tenochtitlan y la llegada de los conquistadores españoles. Resistencia y encuentro de dos civilizaciones”, Arqueología Mexicana, núm. 162, pp. 18-27.