Este pequeño templo es uno de los más notables de Chichén Itzá, tanto por su diseño arquitectónico, como por su rica y compleja decoración, asociada al rito del juego.
Si bien no podemos descartar casos de gigantismo o enanismo causados por motivos genéticos, y por lo mismo escasos, la verdad es que no se conocen casos de poblaciones enteras que tuvieran esta condición.
Los códices son fuentes históricas de primera mano en los que las sociedades indígenas, dejaron constancia fiel de sus logros y avances culturales y científicos.
Su nombre significa en zapoteco “árbol o palo viejo”, de ya, “árbol”, y gul, “viejo”; los habitantes de Tlacolula lo identifican como Yugul, de yu, “tierra, pueblo”, y gul, “viejo”: “pueblo viejo”.