La escena muestra el momento en que la señora K’ab’al Xook entrega un tocado, con forma de cabeza de jaguar y un escudo flexible a Itzamnaaj B’alam II gobernante de Yaxchilán.
Eduardo Matos deja claro que los huesos encontrados en Ichcateopan (Ixcateopan) no pertenecen al afamado tlatoani y nos enseña que tal idea se sostuvo porque así convenía a los gobernantes en turno.