El eje de la muestra es una prenda ritual elaborada por mayas prehispánicos, hilando más de mil 600 cuentas de concha para semejar la piel plateada de un pez.
No son pocas las ocasiones en las que el despertar de alguno de los volcanes cambió el rumbo de la vida de las poblaciones que se asentaban en sus cercanías, al alcance de la caída de sus materiales o al paso de sus flujos. El ejemplo más notorio es Cuicuilco.