Su destrucción era inaplazable.

Era redistribuido por los jefes de barrio

Títitl: “encogimiento” o “estiramiento”.

Los caminos de Cortés y su tropa.

Obtenían las plumas sin matar a los animales.

Con pilotes de madera se cimentó el edificio.

Desde la época prehispánica a la actual.

A menos de 42 cm de la superficie y boca abajo.

8 000 provinieron de Chalco y Huejotzingo.

El corazón fungía como un “procesador” de las ideas.

Atemoztli, “bajada de las aguas”.

En los acáyetl o canutos de caña se fumaba tabaco.

El sacrificio humano no fue una invención de los mexicas.

Andrés de Tapia les llamó torre de cráneos.

Una voz ululante y el pectoral era símbolos de Ehécatl.