Acostumbrados a que culturas de la edad de piedra de los tiempos modernos se encuentran en condiciones marginales y de pobreza, no nos damos cuenta de que los pueblos de la edad de piedra del Nuevo Mundo alguna vez crearon grandes civilizaciones a pesar de su tecnología simple, con los ricos recursos, tiempo y espacio disponibles.
Por su propia naturaleza, la evidencia arqueológica sobre insectos es notoriamente escasa, aunque no faltan ejemplos en sitios con las condiciones ambientales pro- picias. Son también relativamente pocas las representaciones en escultura y cerámica, y en murales y códices son más abundantes, la mayor parte de ellas relativas a especies con atributos simbólicos.
“Quedan así la colmena repleta de miel o el hormiguero como figuras del Monte Sagrado y su vientre de riquezas. Las semillas corazones de todas las criaturas son insectos. Su variedad inmensa –sustancia divina de hombres, astros, meteoros, animales, plantas, rocas, elementos– se sintetiza en la multitud ingente de individuos inidentificables, homogenizados como hormigas, como abejas, en aquel hacinamiento de potencia de vida. Son protocriaturas, gérmenes, larvas, semillas; pero no en latencia, sino en la bulliciosa actividad de quienes conviven cotidianamente con los vivos, colaborando para mantener este mundo”.
Acostumbrados a que culturas de la edad de piedra de los tiempos modernos se encuentran en condiciones marginales y de pobreza, no nos damos cuenta de que los pueblos de la edad de piedra del Nuevo Mundo alguna vez crearon grandes civilizaciones a pesar de su tecnología simple, con los ricos recursos, tiempo y espacio disponibles.
Acostumbrados a que culturas de la edad de piedra de los tiempos modernos se encuentran en condiciones marginales y de pobreza, no nos damos cuenta de que los pueblos de la edad de piedra del Nuevo Mundo alguna vez crearon grandes civilizaciones a pesar de su tecnología simple, con los ricos recursos, tiempo y espacio disponibles.
Acostumbrados a que culturas de la edad de piedra de los tiempos modernos se encuentran en condiciones marginales y de pobreza, no nos damos cuenta de que los pueblos de la edad de piedra del Nuevo Mundo alguna vez crearon grandes civilizaciones a pesar de su tecnología simple, con los ricos recursos, tiempo y espacio disponibles.
La Relación de las cosas de Yucatán, del misionero franciscano fray Diego de Landa, es una obra imprescindible para el estudio de los mayas yucatecos en el siglo XVI . El texto se considera una fuente primordial no sólo porque registra detalladas descripciones sobre los rituales y ceremonias de los mayas sino porque también constituye una magnífica introducción al calendario, la cuenta de los años y la escritura jeroglífica que el propio Landa conoció en muchos códices antes de destruirlos.
Isabel Casar, Peter Schaaf, Edith Cienfuegos, Gabriela Solís y Pedro Morales
A medida que se desarrolla la tecnología se revela gran cantidad de información que contienen los huesos y dientes de restos humanos, tanto pretéritos como modernos. Por ejemplo, los análisis de isótopos estables son una herramienta poderosa usada para reconstruir la dieta, la procedencia y los patrones de migración de individuos de antiguas poblaciones.