Las prácticas asociadas al adorno del cuerpo –con ropas, pinturas y joyas– son universales y se remontan a las primeras etapas del desarrollo del hombre moderno.
El cuerpo de Cipactli se dividió en nueve pisos que formaron la Tierra y nueve que dieron lugar a los estratos de un cielo superior. El espacio intermedio, el que ocuparon las criaturas, tuvo cuatro niveles. Los nueve pisos inferiores dieron al 9 el carácter femenino. Los restantes, de la superficie de la Tierra hasta el piso más lejano del Cielo, fueron los 13 pisos celestes y masculinos.
Veintena 1: atlcahualo (ca. 26 de febrero- 17 de marzo). Los ritos estaban dedicados a los tlaloques.
Veintena 2: tlacaxipehualiztli (ca. 18 de marzo-6 de abril). Asociada con Xipe Tótec. Los ritos consistían principalmente en el sacrificio de prisioneros de guerra.
Veintena 3: tozoztontli (ca. 7-26 de abril). Se dedicaba principalmente a Coatlicue. Se celebraban las cosechas y la abundancia de maíz.
Los dioses mesoamericanos también se distribuían en el espacio horizontal. Los antiguos nahuas concebían que, dado el poder de desdoblamiento divino, Tláloc se dividía para formar de sí mismo cuatro.
Al parecer esta educación comenzaba a los tres años, cuando el niño recibía principalmente indicaciones sobre cómo comportarse y vestirse. A partir de los cuatro años las instrucciones eran sobre cómo realizar pequeñas tareas, claramente diferenciadas en función del género.