Nelly M. Robles García
Desde sus orígenes, el Mitla prehispánico fue un sitio asociado al mundo de los muertos. Su nombre original es una deformación del náhuatl Mictlan, que significa “lugar de muertos”, y que pudo referirse a un gran cementerio o al más allá, al mundo ultraterreno de los antiguos mexicanos, al lugar de los espíritus de los muertos. En consecuencia, su nombre zapoteco, Lyobaá, “1ugar de descanso” se refiere a una concepción mítica del lugar donde descansan las almas, y se asocia con el destino final de los espíritus.