Una reciente revisión de cráneos perforados en Chichén Itzá brinda nuevas pistas sobre el procesamiento y la exhibición de cabezas sobre maderos en los tzompantlis.
El nuevo discurso planteará formas renovadas de mirar y entender lo que el público cree conocer sobre los teenek, otomíes, nahuas, tepehuas y totonacos
Las características de cada petroglifo son variadas. Algunos representan a figuras zoomorfas, otros incluye rayas, numerales, flores, corazones y rostros humanos.
El hallazgo de mayor relevancia fue el de una sección del Huei Tzompantli, edificio destinado para que ahí se colocaran los cráneos de individuos sacrificados tanto en el Templo Mayor como en el juego de pelota en diversas ceremonias.
En el sitio sumergido Hoyo Negro se han encontrado al menos restos de 42 animales de ese periodo, pertenecientes a 13 especies, siete de ellas extintas.