Las características de cada petroglifo son variadas. Algunos representan a figuras zoomorfas, otros incluye rayas, numerales, flores, corazones y rostros humanos.
El hallazgo de mayor relevancia fue el de una sección del Huei Tzompantli, edificio destinado para que ahí se colocaran los cráneos de individuos sacrificados tanto en el Templo Mayor como en el juego de pelota en diversas ceremonias.
En el sitio sumergido Hoyo Negro se han encontrado al menos restos de 42 animales de ese periodo, pertenecientes a 13 especies, siete de ellas extintas.
El proyecto arqueológico realizado en una zona de tierra caliente entre el valle de Oaxaca y el valle de Tehuacán, tuvo su punto de arranque en una de las lápidas del Edificio J en Monte Albán.