El culto al dios Murciélago en el México prehispánico se remonta al menos a 500 a.C. y sus representaciones abundan en esculturas de piedra, urnas de cerámica, pinturas, códices o topónimos.
Entre las indudables materializaciones de la Tollan mítica, Chichén Itzá encabeza la lista en cuanto a magnificencia. Otras Tollan terrenales son Cholula y la beligerante Tula hidalguense.
Tajín llegó a albergar entre 15 000 y 20 000 habitantes. Su centro urbano estaba conformado por un conjunto monumental de pirámides, juegos de pelota y palacios.
Pertenece al estilo arquitectónico Río bec, que se caracteriza por sus esquinas redondeadas y por escalinatas, santuarios y templos que no son funcionales.