En esta zona arqueológica cubierta casi totalmente por la mancha urbana se conserva un buen ejemplo de los palacios del Posclásico Tardío en la Cuenca de México.
Los encargados de fijar lenguas y culturas indígenas por medio de su sistema tradicional tenían que poseer ante todo cualidades de pintores o dibujantes y conocimientos profundos de su propia lengua.
Posiblemente haya sido elaborada en la zona de Tajín, pues se ve un personaje acuclillado sobre un pequeño templo adornado con nichos, que recuerda la arquitectura de aquel sitio.
Este pequeño templo es uno de los más notables de Chichén Itzá, tanto por su diseño arquitectónico, como por su rica y compleja decoración, asociada al rito del juego.