Podemos afirmar que en México, después del español, el náhuatl es la lengua con mayor número de hablantes y la que más ha influido en el español mexicano.
Existen importantes testimonios que confirman que entre los múltiples atributos del gobernante tetzcocano estuvo el ser poeta, un verdadero cuicapicqui o forjador de cantos.
En los casos de Palenque, Toniná y Yaxchilán se elaboraron luego de alguna derrota, tras el dominio de otra ciudad o al instaurarse un nuevo linaje gobernante.